Familias como las de Pepe Muñoz se enteraron el pasado mes de septiembre, a la vuelta de vacaciones, y por el monitor de la actividad, que el Ayuntamiento de Madrid había derogado el programa de psicomotricidad infantil, un programa especial, cualificado, del que se beneficiaban muchos niños con distintas discapacidades motoras. La única explicación que recibieron, es que se había integrado dentro de un programa más genérico como es el de deporte base.
El hijo de Pepe Muñoz es un niño con síndrome de down al que los ejercicios y el personal cualificado con los que contaba hasta hace unos meses le hacía mucho bien para su movilidad. Y es que este programa estaba hecho para estos niños con problemas de todo tipo, sobre todo motores, por lo que era un requisito imprescindible para impartir esta actividad una determinada cualificación pedagógica.
Al ser integrado en deporte base esto ha desaparecido, a los monitores ya no se les exige esa cualificación especial y además ahora hay cupos para los niños con discapacidad, solo pueden acceder a estas clases un 10%. Por tanto, lo que era un área dedicada a niños con este tipo de problemas se sustituye por otro área para el que este tipo de niños tiene ya un cupo de entrada y además, no pueden ralentizar el ritmo de la clase, porque según las normas, podrían ser hasta expulsados.
Las familias como las de Pepe Muñoz solo quieren que el Ayuntamiento recapacite y asuman el error que han cometido porque al integrar a estos niños en un programa tan general, lo que hacen directamente es discriminarlos.
