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Jesús Gómez, el atleta que demuestra que nunca es tarde para triunfar

Jesús Gómez ha roto un récord que databa de 1993 justo cuando ha cumplido sus 30 años y atraviesa uno de los mejores momentos de su carrera

Javier Matiacci

Madrid | 14.05.2021 19:15

Jesús Gómez, el atleta que demuestra que nunca es tarde para triunfar
Jesús Gómez, el atleta que demuestra que nunca es tarde para triunfar | jesus gómez

Esta semana caía el récord de España de 1000 metros. Una plusmarca que tenía Fermín Cacho desde 1993 con un tiempo de 2'16".13. El atleta Jesús Gómez destronaba al campeón olímpico en 1992 con un crono de 2'15".99. Es difícil explicar lo que supone correr en esos ritmos a alguien que nunca ha probado a correr a tope. Supone cubrir la distancia de 1 kilómetro a una velocidad de 26'5 kilómetros por hora, algo que la mayoría de mortales sufriríamos para hacer incluso en una bicicleta.

El caso de Jesús es especial. Es un atleta cuya irrupción profesional fue tardía. Empezó a correr cuando tenía 23-24 años. Nada de bagaje en categorías inferiores pese a que había corrido alguna carrera de pequeño. Siempre se le dieron bien los deportes y salió a correr por Burgos y se dio cuenta que tenía talento algo que siempre le decía su padre cuando era un niño, que le comentaba antes de llegar a la élite, que si se hubiera dedicado al atletismo hubiera sido campeón de España. Una profecía que se cumplió mucho después porque Jesús ha demostrado que nunca es tarde para empezar en algo.

Justo hace unas semanas, el 24 de abril, cumplió 30 años. Y qué manera de celebrarlo que con un récord de España. La trayectoria de Jesús es corta pero tremendamente exitosa. Como su padre predijo es cuatro veces campeón de España en 1500, tres en pista cubierta y una al aire libre. Además cuenta con dos bronces en campeonato de Europa de pista cubierta.

Castellanos de Castro un pueblo burgalés con 50 habitantes censados. Allí nació Jesús y allí pasó todo el confinamiento, ya que antes del estado de alarma no dudó en que allí era dónde mejor lo iba a pasar. Su padre dedica su vida a la agricultura de secano cultivando trigo y cebada, algo que les viene de familia ya que su abuelo y antepasados se ganaban la forma de la misma manera. Ahora vive en Burgos pero siempre con su pueblo en el corazón.

Su última medalla en el Campeonato de Europa en Torún fue muy especial. Porque se coló en un podio carísimo en el que solo le superaron los dos mejores del continente, como son Jakob Ingebrigsteen y Marcin Lewandowski. Y segundo porque la dedicatoria fue la más especial de su vida. Poco antes del campeonato falleció su abuelo con cien años. Antes de salir a competir miraba al cielo. Su abuelo vio desde arriba como Jesús volvía a triunfar.