El Málaga demostró en El Madrigal ser un equipo correoso y difícil de superar pero le faltó pegada para lograr un mejor resultado.
Comenzó la primera parte con dos equipos que salieron con intensidad, lo que propició un intercambio de llegadas, en el que los era el equipo local el que llegaba con más claridad.
Así los castellonenses probaron a Kameni desde fuera del área, buscando superar así la línea defensiva de los andaluces, muy bien colocada.
En una de esas llegadas, y de esos disparos desde la frontal, llegaba el único gol del partido, gracias a un disparo raso de Soldado en el que Kameni pudo haber hecho un poco más.
El gol obligó a que el Málaga tuviera que arriesgar un poco más, lo que propiciaba la salida al contragolpe de los amarillos, una opción que los locales pudieron aprovechar en un mano a mano de Jonathan Dos Santos a los veinte minutos, que desperdició el que pudo haber sido el segundo gol del partido.
Tras esta jugada, el encuentro entró en una fase en la que las llegadas locales ya no se repetían con tanta asiduidad y que fue aprovechada por el Málaga para acercarse al área del Villarreal, y para controlar el juego y el tiempo del partido.
Ese control propició que la que a la media hora pudieran igualar el partido en su primera llegada con peligro, pero Cop no supo como superar a Areola, cuando ya estaba sólo ante el portero local.
El portero del Villarreal salvó a su equipo y conjuró el que sin duda era el empate, al hacerse por dos veces con la pelota en una jugada muy clara que espoleó a los de Javi Gracia, que por unos minutos tuvieron el partido más a su favor.
Los segundos cuarenta y cinco minutos comenzaron con el Málaga tratando de meterse en el partido, dominando el juego y llegando al área, aunque sus disparos no llegaban a generar peligro de verdad.
Así, dominaba el equipo de Gracia la pelota y esperaba el Villarreal para sorprender a la contra, lo que mantenía el partido todavía muy vivo.
Pasaban los minutos y el partido seguía por los mismos derroteros, con alguna llegada del Málaga, y con algún contragolpe local, pero sin llegar a tener acierto ninguno de los dos equipos.
Tras esos minutos de alternativas llegó la primera gran ocasión para el Málaga a los sesenta minutos de partido, una opción que Juanpi no acertó a rematar ante Areola, tras un buen pase de Charles desde al línea de fondo.
A diez minutos del final llegó una jugada en la que Kameni sacó un balón a los pies de Bakambu que los locales pidieron como penalti con insistencia, cuando faltaban diez minutos para acabar el partido, una opción que junto a un disparo de Bakambu que salvó Kameni, fueron las más clara en lo que quedaba del partido con un l Málaga tratando de colgar balones en busca del empate.