'Si se cree, y se trabaja, se puede'. Eso dijo Diego Simeone en Neptuno en la celebración de la Liga. Y eso mismo hizo el Villarreal para hacer pagar al Atlético del Cholo su racanería en La Cerámica. Los amarillos, que empezaron perdiendo, remontaron el gol inicial de Griezmann gracias a un doblete de Unal y a un equipo que basó todo su fútbol en esperar, en olvidarse del balón y en esperar una contra que no llegó por la nula precisión.
Empezó como un tiro el Atlético. Con posesiones largas y dominando a un rival irregular que se juega en este tramo final una plaza europea para el próximo año. La idea surtió efecto, y los rojiblancos fueron superiores al Villarreal durante 30 minutos.
En ese tramo de tiempo llegaron las mejores ocasiones para los de Simeone y el gol. Fue obra de Griezmann, tras un más que discutible penalti cometido sobre él mismo por Jaume Costa. El galo definió a la perfección ante Asenjo, puso el 0-1 a favor de un equipo que todo lo que hacía lo estaba haciendo bien.
Y que se comenzó a diluir con un remate al poste de Koke tras una gran jugada colectiva. Desde ahí, el Villarreal tomó los mandos del partido y comenzó la presión a Oblak. Quizá por el partido del jueves en Moscú y el viaje, los rojiblancos comenzaron a llegar tarde a todas las jugadas, y los amarillos mostraron su poder.
En el segundo acto llegó de nuevo el plan Simeone. El Atlético, como suele ser habitual cuando tiene una ventaja mínima en algunos campos y ante algunos rivales, se fue hacia atrás y olvidó la posesión para buscar la contra. No llegó, porque la precisión brilló por su ausencia ante un Villarreal que ya se merecía el empate. Algo que evidentemente logró.
Sin Griezmann, que se marchó del campo para dar entrada a Gabi, Unal anotó de cabeza con un magistral remate ante el que nada pudo hacer Oblak. Premio merecido para los amarillos, y castigo igualmente apropiado para un rival que poco hizo, o poco quiso hacer, en el segundo acto.
Tuvieron la victoria en botas de Vitolo, que se llevó el broncazo de Fernando Torres y de Diego Costa por no darles el balón mientras lo protegía de Asenjo. Pero pagaron aún más su racanería, y el Villarreal se hizo con la victoria. Doblete de Unal tras un mal despeje en una falta lateral que hizo justicia al 'no quiero' del Atlético.
Y Vitolo a la calle, en un partido caliente en el que el canario entró al trapo en una jugada absurda. De nuevo tocando fondo en Villarreal el equipo de Simeone, que pasó de tener la victoria en su mano a caer derrotado y quedarse con diez.