Hay partidos en los que el resultado puede llegar a ser lo de menos. Uno de esos partidos es el que han jugado Valencia y Barcelona en Mestalla que ha concluido con 2-3 a favor de los culés con un gol de Messi de penalti para los azulgranas en el minuto 92. Tres puntos importantes, tres puntos vitales. Tres puntos que pueden no compensar a largo plazo la pérdida de Andrés Iniesta, que se perderá varios meses de competición por una lesión en su rodilla derecha.
Y todo por una acción que bien puede calificarse como fortuita. Por una entrada de Enzo Pérez en la que el argentino tocó el balón, en la que fue con toda la intención de tocar el balón, pero en la que con la pierna izquierda, por el arrastre sobre el césped y por la inercia, le hizo la 'tijera' a Andrés y a su rodilla. Gestos de dolor del manchego, el reloj que parecía pararse y el encuentro que se enfrió para volver a calentarse a no mucho tardar.
Porque Messi hizo el gol acto seguido. Un gol que jamás debió subir al marcador por el claro fuera de juego de Luis Suárez, que estaba en la trayectoria del balón que lanzó Lionel y que tapaba totalmente la vista a Diego Alves. No lo apreció así Undiano, y la afición del Valencia que empezó a caldear el ambiente y a transmitir dicho calor a unos jugadores que en ocasiones se pasaron de frenada.
Como se pasó de frenada Umtiti, en un posible penalti a Rodrigo que tampoco apreció Undiano, así que con 0-1 se llegó al descanso. No volvió de él el Barcelona al menos hasta el minuto 63. Hasta ahí el Valencia dominó, y tanto lo hizo que llegó incluso a ponerse por delante con goles de Munir y de Rodrigo. Dos bofetadas que despertaron a los culés de la pájara y que sirvieron para que Luis Suárez, en un corner en el que ni siquiera estaba al remate, aprovechara un gran despeje de Alves para hacer el 2-2.
A partir de ahí podía pasar cualquier cosa. El Barça, que no llegó ni de lejos a su mejor versión, asustaba cuando Messi cogía el cuero en mediocampo y empezaba la carrera. El Valencia, que subió su presión varios metros, volvió a agazaparse buscando alguna contra. Llegar llegaron, pero ni Santi Mina ni sobre todo Nani, en una clarísima ocasión, supieron definir ante Ter Stegen. Tanto perdonar al final tuvo su consecuencia.
Corría el minuto 92, y con el tiempo casi cumplido Abdennour puso la mancha a su gran partido con un penalti sobre Luis Suárez. Adivinó la idea Diego Alves, pero el chut de Messi estaba tan ajustado que ni el parapenaltis brasileño pudo pararlo. La imagen final, con botellazo de la afición del Valencia a la piña del Barça, más concretamente a un Neymar que pudo dedicar algún insulto a la grada, en la celebración del gol fue el lamentable preludio y final de un envite que acabó con Enzo Pérez enfrentándose al brasileño y a Luis Suárez.
Tres puntos vitales e importantísimos para el Barcelona en Mestalla. Tres puntos que pudieron acabar en el casillero del Valencia pero que acabaron, gracias al gol de Messi de penalti, en el de los culés. Los de Luis Enrique salen vivos y victoriosos de un complicadísimo campo y ponen la presión en el tejado de sus competidores por el liderato de la Liga.