El Sevilla condenó este domingo al Valencia con los goles de Badé y Suso en Mestalla, donde los valencianistas volvieron a ser imprecisos en la definición y, pese a estar volcados en ataque, fueron superados por un rival al que no le costó esfuerzo hundir a los de Rubén Baraja, que se alejan cada vez más de la salvación, mientras que los hispalenses se alejan a ocho puntos de la zona de descenso.
El duelo entre dos históricos necesitados se inició con un Valencia que salió a morder con Cavani en punta, un centro del campo muy poblado y con Gayà actuando como extremo; mientras que el Sevilla, menos ahogado en la tabla que los valencianos, tenía como referencia en ataque a En-Nesyri y ejercía una presión alta para intentar sacar a relucir la debilidad defensiva de su rival.
A los cinco minutos, Foulquier cabalgó por la derecha y su centro se envenenó obligando a Dmitrovic a enviar el balón a córner. La primera ocasión de peligro del Sevilla llegó desde las botas de Ocampos con un doble remate en el área pequeña que Mamardashvili desbarató en el minuto diez.
El Valencia era el dueño mayoritario de la posesión y seguía con su plan de volcar el juego por las bandas, pero, como en toda la temporada, no estaba acertado en los últimos metros y, tras esa intensidad inicial, el choque se igualó. El Valencia remató con Gayà, Musah, Cavani e Ilaix pero nunca a puerta, mientras que los sevillistas se mostraban muy intensos en los duelos para tratar de frenar la voluntad valencianista, aunque no inquietaba en ataque.
Nada más reanudarse el juego, el Valencia aprovechó una pérdida de Suso en la salida de balón para salir al contraataque. Gayá puso un centro raso al área, pero Rekik despejó ante Musah, que no se creía cómo no había llegado a conectar con el balón y Suso respondió al instante con un disparo lejano que salió desviado.
En una jugada enrevesada tras un córner, Badé cayó en el área sobre Musah, pero alcanzó a levantarse para cazar un balón que Ilaix dejó suelto y metió el pie para adelantar al conjunto de Nervión. La tensión subió en Mestalla, donde el Valencia, acompañado de sus aficionados, protestó la acción del jugador de Mendilibar.
La polémica se apoderó del encuentro con una mano de Fernando que Del Cerro Grande fue a revisar y no penalizó ante la incredulidad de los locales, que vieron como su delegado, David Rangel, recibió tarjeta roja. El Valencia intentó reponerse del duro golpe volcándose en ataque, pero Suso mató el encuentro con un latigazo ajustado al palo tras un pase atrás de Montiel.
El partido entró en una fase de descontrol en los últimos diez minutos, en los que Del Cerro Grande pitó un penalti a favor del Valencia que luego rectificó tras ver la jugada en el monitor y expulsó a Ilaix Moriba por una entrada sobre Bryan Gil. En el tiempo añadido, el Valencia intentó recortar distancias con Gayà y Lino, pero la distancia ya era insalvable.