Con esta decisión, la Federación pretende cumplir con las exigencias que FIFA y UEFA transmitieron tanto a la RFEF como al Consejo Superior de Deportes (CSD) en la reunión que mantuvieron el pasado 2 de octubre.
Desde aquella cita, en la que los máximos organismos del fútbol mundial y europeo exigieron el final del sainete que mantiene a la federación en situación de interinidad desde que se produjo la dimisión de Luis Rubiales el 10 de septiembre de 2023, la federación y el gobierno, a través del CSD, han estado en constante comunicación para desbloquear una situación que podía provocar la suspensión internacional del fútbol español.
Además, también está en juego el Mundial 2030 que tiene que ser confirmado el próximo 11 de diciembre en el Congreso Extraordinario virtual de FIFA.