El Real Madrid previamente había marcado, gracias a una jugada personal de Kylian Mbappé, que el árbitro anuló por mano del francés. Posteriormente, el equipo de Xabi Alonso empató de penalti, una caída de Tchouaméni en el área que convirtió en gol Kylian, aunque a punto estuvo de pararlo Gazzaniga.
El conjunto madridista ya venía de empatar contra el Rayo Vallecano (2-2) y el Elche (0-0) y tampoco pudo ganar en Montilivi tras el triunfo ante el Olympiacos (3-4). Consiguió un punto en la segunda mitad con un gol de penalti de Mbappé, pichichi con 14 tantos, para empatar la diana de Azzedine Ounahi en la segunda mitad.
Un Girona valiente ante un Madrid irregular
El cuadro de Míchel Sánchez encadenará la 13ª jornada en posiciones de descenso, pero confirmó su ilusionante mejoría con un punto muy valioso en la clasificación y aún más en el plano anímico. El Girona saltó al verde con valentía, de tú a tú, ante un Madrid reactivo y cómodo porque podía castigar las pérdidas locales con su velocidad al contragolpe.
Los blancos se fueron adueñando del partido con el paso de los minutos y avisaron con disparos de Arda Güler, Mbappé, Tchouaméni y Vinicius, pero el Girona no quería rendirse y amenazaba con la calidad de Ounahi y el hambre de Bryan Gil y Vladyslav Vanat.
El Madrid, sin continuidad, alternaba pasos adelante y pasos atrás, momentos de clara superioridad y momentos de dudas que aprovechaban los rojiblancos.
Nadie mandaba en el centro del campo y, pasada la media hora, llegaron las ocasiones claras. La primera fue un cabezazo de Éder Militao que neutralizó Paulo Gazzaniga con una estirada salvadora.
Gol anulado al Madrid y respuesta inmediata del Girona
Justo después llegó el momento polémico del partido: Mbappé celebró el 0-1 después de una jugada embarullada en el área, pero finalmente y a instancias del VAR, Ricardo de Burgos Bengoetxea hizo caso a las protestas de Montilivi y anuló el gol por unas manos muy claras.
Del 0-1 se pasó al 1-0 por obra de Ounahi, convertido en referente e ídolo del Girona en pocos meses. En el minuto 45 recogió un balón de Viktor Tsygankov y lo acomodó en la escuadra al primer toque.
Fue un chut tan bonito como imposible para Thibaut Courtois, de nuevo bajo palos tras perderse el encuentro de Grecia por gastroenteritis. Las otras novedades eran Éder Militao y Antonio Rüdiger, inédito por lesión desde agosto, y Fran García y Jude Bellingham.
El Madrid reacciona, pero Courtois salva al equipo
Al descanso, Eduardo Camavinga entró por Arda Güler para imponer control en la medular y el Madrid inquietó con un tímido cabezazo de Militao, omnipresente, pero el Girona pudo matar el duelo.
A la hora de juego, Vanat corrió hasta plantarse solo ante Courtois tras una gran asistencia de Iván Martín, pero el portero belga se hizo gigante en el mano a mano y firmó una parada providencial.
El Madrid, incómodo, respondió con otro gol anulado, a Vinicius por claro fuera de juego, y consiguió el empate en el minuto 67, en un penalti inocente por un pisotón de Hugo Rincón sobre el extremo brasileño cuando se internaba en el área. Gazzaniga acertó la dirección del disparo de Mbappé, a su derecha, pero era inalcanzable, tan ajustado al palo.
El duelo se rompió porque los dos querían y necesitaban ganar: Vinicius y Mbappé se quedaron a un palmo del gol por partida doble, pero el Girona tuvo el 2-1 con otra parada clave de Courtois ante Joel Roca.
No llegó ni el 1-2 ni el 2-1, pero Montilivi celebró un punto que puede ser de inflexión y el Madrid acabó de nuevo con la cabeza gacha, sin victoria y sin liderato.
