Celta tiene un problema con el gol. Este mediodía volvió a demostrarse. Generó numerosas ocasiones, pero fue incapaz de materializarlas. Dominó siempre a un Eibar replegado, esperando su ocasión para dañar a un rival ansioso, acelerado por la necesidad de ganar.
El equipo de Óscar García Junyent tuvo el balón, abrió su juego alas bandas para encontrar soluciones ofensivas, pero no le fuesuficiente. Y eso que disfrutó de oportunidades, la más clara sobrepasado la media hora después de que Fran Beltrán quedara solo ante Marko Dimitrovic. El serbio despejó con el pecho su tiro, el rechace cayó a los pies de Santi Mina y su disparo, cuando Balaídos ya cantaba el gol, lo sacó bajo palos Pedro Bigas.
El Eibar tenía claro su plan de partido. Sufrió por momentos ante un Celta, pero no varió nada. Continuó con las líneas juntas, ahogando a los centrocampistas celestes en la zona de creación y esperando que llegase su momento.
En la primera parte el equipo gallego pudo marcar tras un centro de Kevin Vázquez que no encontró rematador (min.24); en una acción individual de Aspas (min.31); y con un disparo lejano de Pione Sisto, tras un error de Burgos en la salida, que desvió un seguro Dimitrovic (min.37).
No varió el guión en el segundo tiempo. El Celta continuó volcado, pisando el área rival, pero sin acierto en la finalización. El danés Pione Sisto, con un disparo cruzado, Iago Aspas en dos ocasiones y Rafinha amenazaron a Dimitrovic, que se lució poco después ante un tiro con mucha intención de Aspas (min.64).
Okay y Fran Beltrán eran dueños del centro del campo. El Eibar siguió metido en su campo. Óscar García introdujo al delantero uruguayo Toro Fernández para llevar a Aspas a la banda de Pione Sisto. Hubo pitos para el técnico por esa decisión, además de un enfado monumental del extremo danés en el banquillo.
El Celta daba muestras de agotamiento, y el Eibar buscó golpearle a la contra. Enmudeció Balaídos con un par de carreras de Cote, aunque fue Murillo quien rozó el gol con un remate que se estrelló en el larguero a falta de diez minutos para el final. No fue la última. Rafinha en el minuto 88 tuvo otra clara tras un pase de Aspas. Se le fue alto el remate con el interior. No era la tarde de los celestes. Empate sin goles que sabe a poco a los celestes, que pidieron un penalti en el descuento por una caída de Denis Suárez ante Dimitrovic.