El presidente de la Unión Ciclista Internacional, Bryan Cookson, ha confirmado el "fraude tecnológico" en una bicicleta que incorporó un motor escondido durante el Campeonato Mundial Femenino de Ciclocross Sub 23, usado por la joven de 19 años Femke Van den Driessche, según expresó el máximo mandatario en rueda de prensa.
"Es absolutamente claro que hubo un fraude tecnológico. Había un motor escondido incorporado en la bicicleta. No creo que haya ninguna duda sobre esto", confirmó Bryan Cookson.
Van der Driessche se ha defendido diciendo que esa bici no era suya: "La bicicleta no era mía. No haría nunca trampas. La bici era de mi amiga, que es idéntica a la que yo uso. Ella la usó y la dejó en un camión. Un mecánico, pensando que era mi bici, la limpió y la preparó para la carrera. Soy consciente de que tengo un problema pero no he hecho nada malo".
El ciclismo ha luchado contra los escándalos de dopaje y últimamente ha estado luchando también contra este tipo de situaciones de fraude tecnológico, pero no se había demostrado nada aún en estos casos.
Por último, el máximo mandatario de la UCI volvió a insistir en que se está luchando contra esta delicada situación por el bien del ciclismo y de los ciclistas que no hacen trampas. "Estoy comprometido y la UCI se compromete a proteger a los pilotos que no quieren hacer trampa de ninguna manera y para asegurarse de que los pilotos honrados ganen las carreras", concluyó Cookson.