El Atlético de Madrid tiene algo esta temporada. Decía Simeone que este año eran más ofensivos con Luis Suárez. Pero está claro que Simeone ha dado con la fórmula y esta puede ser una temporada histórica para el equipo rojiblanco, tanto en España como en Europa.
Se va confirmando el nuevo estilo
No ha podido imponerse al campeón de Europa, sufriendo como buen colchonero, pero confirmado un estilo que esta temporada va a ser rojiblanco, como lo fue en la 2013-2014 la presión y solidez de un equipo al que se le creaban pocas ocasiones de gol. El caso es que sigue sumando y jugando con el 3-5-2 de esta temporada, en el que Carrasco demuestra cada partido lo gran jugador que es, en el que Joao Félix cada vez está más cerca de comer en la mesa de Messi y Cristiano y en el que Saúl, Koke y Marcos Llorente mantienen un envidiable estado de forma..
Gran equipo que ya está a un punto en octavos de final de la Champions League y que con dos partidos menos está a un punto del liderato. Es decir, lo que en la práctica es ir también líder en la Liga.
Y eso que no tiene la presión de la grada rojiblanca que en estos grandes momentos del Atlético son más que nunca el jugador número 12. Pese a ello, el guión no cambió y los de Simeone cumplieron el propósito de adelantarse y abrir la lata ante los grandes.
Mediada la primera mitad, Marcos Llorente internó por banda derecha, y, en una jugada que recordó a la de Joaquín en el Mundial de Corea y Japón en el Mundial de 2002, puso un balón a Joao Félix, que la estrella lusa se encargó de enviar al fondo de la portería. Se ponía de cara un partido en el que sí que hay que reconocer que el Bayern de Múnich disputó sin todas sus mejores espadas pero con muchísima intensidad. Eso sí, no era el equipo imbatible que se exhibió en la primera jornada de esta Champions.
Un bajón físico considerable en la segunda parte
A eso hay que añadirle que en la segunda parte, el ritmo de los colchoneros bajó de forma considerable. Tal vez influyó que lleva varios partidos jugando casi siempre con el mismo once.
Y ahí estuvo el problema. El físico no aguantó, el Bayern hizo además cambios interesantes y un penalti de Felipe, que entró sustituyendo al lesionado Giménez, complicó aún más las cosas. Muller se encargo de transformar el penalti que igualaba la contienda y aplazaba la clasificación a la última jornada. Y puede además que Atlético se equivocara echándose tanto atrás, aunque bien es cierto que fue el Bayern el que le encerró atrás.
No obstante, los rojiblancos siguieron peleando hasta el final. Colgaron balones y hasta el final trataron de crear constante situación. De hecho, en el descuento tuvo una ocasión clara pero no pudo ser... No se cerró la clasificación a octavos y el Atlético no podrá ir "de puente" a Salzburgo. Tendrá que ir a pelear, sufrir y sobre todo a cerrar el pase.
