El Barcelona necesitaba cubrir los 30 millones que pagó por su traspaso al Athletico Paranaense, y la mejor oferta era del Sporting de Lisboa portugués, que se acercaba a los 25 millones de euros.
Sin embargo, el delantero quería reivindicarse en la LaLiga y entonces apareció la posibilidad del Betis. En el cuadro verdiblanco, Roque jugará como cedido, en una operación en la que, a falta de conocer los detalles, no existirá cláusula de compra obligatoria.
El Barcelona mantendrá el control del jugador, pero por contra la operación no le ayudar a rebajar el 'fiar play' financiero, que es el dolor de cabeza que tiene para volver a la regla 1:1 y poder operar con normalidad en el mercado.