'CASO RUBIALES'

Luis Rubiales pide a su madre que deje el encierro, pero ella se niega: "Seguiré hasta que mi cuerpo aguante"

ondacero.es

Madrid | 29.08.2023 23:24

Luis Rubiales pide a su madre que deje el encierro, pero ella se niega: "Seguiré hasta que mi cuerpo aguante"
Luis Rubiales pide a su madre que deje el encierro, pero ella se niega: "Seguiré hasta que mi cuerpo aguante" | Agencia EFE

La madre de Luis Rubiales, Ángeles Béjar, ha asegurado este martes que seguirá encerrada en la parroquia de Motril (Granada) hasta que Jennifer Hermoso "diga la verdad", aludiendo al beso en la boca que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol dio a la futbolista.

Béjar ha reconocido que su hijo le ha pedido que deje el encierro, aunque se ha reafirmado en su voluntad de seguir. "Hasta que mi cuerpo aguante", ha recalcado sobre la huelga de hambre que inició el pasado lunes para defender el honor del presidente suspendido de la RFEF.

En declaraciones a los medios de comunicación presentes en el exterior de la Parroquia de la Divina Pastora de Motril, Béjar ha manifestado que esta situación "se soluciona diciendo la verdad porque era una anécdota".

Béjar ha mostrado su sorpresa por la dimensión que ha tomado el beso de su hijo a la jugadora de la selección. "Mira dónde ha llegado", ha asegurado a los medios, antes de explicar que se encuentra bien y de confesar que había pasado la noche en una silla.

Esta tarde noche ha tenido lugar en Motril una misa y una concentración de vecinos que han querido mostrar su apoyo a Luis Rubiales, que se ha saldado sin incidentes de ningún tipo.

La misa ha tenido lugar después de una convocatoria difundida en redes sociales animando a los vecinos de Motril a acudir a este lugar a las 20,30 horas, coincidiendo con el habitual horario de misa de verano en días laborables, para apoyar a Rubiales y a su madre.

Ángeles Béjar ha sido apartada fuera de la vista de sus convecinos tras dos días "sin comer", en una protesta para que Hermoso vuelva "al criterio" sobre el beso en los labios que su hijo le dio tras la victoria de la selección española en Sídney (Australia).

Amigos y curiosos se han ido acercando este martes a la parroquia del barrio de Capuchinos, donde se ha desplegado un dispositivo de seguridad con efectivos de Policía Nacional y Local, según fuentes policiales.