El debut en Champions del Barcelona ha estado marcado por la polémica desde antes de saltar al césped. En la rueda de prensa previa al partido se ha vivido una situación inusual con los periodistas desplazados a Mónaco para cubrir el choque.
Y es que antes de las ruedas de prensa de Jules Koundé y Hansi Flick, el club avisó de que todo aquel que hiciera una pregunta en castellano tendría que traducirla después al inglés puesto que la UEFA obliga a garantizar la traducción en un solo idioma por club. El Mónaco eligió el francés y el Barça el catalán explicando que es el idioma oficial del club.
Según la normativa, el club visitante no puede obligar al local a añadir un idioma más, puesto que supondría un coste económico que, en este caso, el Mónaco no estaba dispuesto a asumir, aunque el club culé intentó mediar para que así ocurriera.
Así, el Barça primó el catalán y pidió a los periodistas que tradujeran al inglés sus preguntas en castellano para que Flick pudiera entenderlas o que preguntaran directamente en catalán.
A pesar de este incidente, el Barça ha asegurado a diferentes medios que este problema no existirá en los partidos que juegue en casa puesto que el club sí costeará la traducción al castellano.