El partido comenzó trepidante, a mucha velocidad, y a los cinco minutos el Athletic abrió el marcador con un centro al corazón del área de Capa que encontró rematador en Raúl García, que batió por bajo a David Soria.
Al Getafe le sorprendió el gol, pero éste no influyó en su ánimo para irse decidido a por el empate. De hecho, solo seis minutos después logró la igualada por medio de Jaime Mata, que se anticipó a su defensor para meter la puntera a un centro desde la izquierda de Cucurella.
Ese gol dio paso a unos minutos de dominio del Getafe, que movió mucho el juego por ambas bandas para hacer correr al Athletic, que fió todo su bagaje ofensivo a las internadas de Iñaki Williams como único punta.
En el Getafe el más desequilibrante fue Cucurella, que trajo de cabeza a su marcador, Capa, y cada balón que tocó se convirtió en señal de peligro, sobre todo por la velocidad que imprimió a su juego por el costado izquierdo.
En los instantes finales de la primera parte llegaron los contratiempos para los dos equipos. Para el Athletic por la lesión de Oscar De Marcos y para el Getafe del serbio Nemanja Maksimovic, al que sustituyó Markel Bergara, que no jugaba desde el 6 de octubre de 2018.
La segunda parte se inició con el mismo ritmo de juego que acabó la primera y el que primero avisó fue Cucurella con un disparo desde fuera del área que se marchó rozando el larguero.
Pese a la rapidez del juego, las ocasiones de peligro brillaron por su ausencia hasta que Aduriz, con su salida a los 73 minutos, reactivó al ataque del Athletic. El delantero guipuzcoano salió con muchas ganas y solo su presencia en el borde del área inquietó a la zaga azulona.
El técnico local, José Bordalás, no se resignó a sumar solo un punto en su estreno en casa esta temporada y mandó a sus hombres irse al ataque, aunque según se fue aproximando el tiempo final el respeto pasó a adueñarse de su arrojo para no arriesgar tanto.
El Athletic dio síntomas de dar por bueno el punto cuando a un minuto del final efectuó un cambio claramente defensivo dando entrada a San José por Muniain.
Por delante cuatro minutos de desesperación para los locales, resignados por no poder desatascar la red defensiva del conjunto vasco, que acabó celebrando el punto para seguir con las buenas sensaciones tras la victoria de la primera jornada frente al Barcelona.