La Real Sociedad puso su contador a cero tras la marcha de Iñigo Martínez con un triunfo claro y convincente que reconforta a la afición de Anoeta, que disfrutó como nunca tras lograr su equipo la primera victoria de 2018.
Era una cita muy importante tras los malos resultados de enero sumado a la salida abrupta de uno de sus buques insignias, traumática para un importante sector de la afición que no acudió masivamente pero que si apoyó a su equipo desde el inicio, convencida de que un triunfo ante el Deportivo cambiaría toda la inercia.
Los jugadores locales respondieron al envite de sus seguidores y dominaron a placer a los gallegos, que empezaron sufriendo en sendos remates Mikel Oyarzabal e Illarramendi, ambos cerca del éxito.
Reacción de la Real Sociedad
El público empezó a temerse lo peor cuando todos los acercamientos locales terminaban en nada y el Deportivo comenzaba a despertar en la primera media hora de camino, llevando los primeros momentos de inquietud a un Gero Rulli que retornaba a la titularidad tras su suplencia en Villarreal.
Willian José volvió a ser un paliativo para los males blanquiazules con su oportuno gol, en una gran acción de ruptura de Juanmi que asistió perfectamente al brasileño para que lograra el 1-0 y su undécimo tanto en liga. Juanmi tendría la gran ocasión, antes del descanso, para haber hecho el segundo.
Anoeta esperaba un Depor lanzado en este periodo, pero los realistas también lo iniciaron con buena actitud y estuvieron cerca del segundo a los diez minutos de la reanudación, tras una gran acción individual de De la Bella que Prieto remató al poste de Rubén.
Últimos minutos de diversión
No tuvo que esperar mucho más la Real ante un manso Deportivo y dejaría sentenciado el partido con un gol de lanzamiento de falta desde 25 metros que Illarramendi elevó a gol. El Deportivo pudo recortar diferencias en su única ocasión clara del partido, en el siguiente ataque al gol local, aunque Rulli estuvo acertado en su palomita y evitó lo que parecía gol de Lucas Pérez.
Sergio Canales redondeó la noche para los guipuzcoanos en la reconciliación entre Anoeta y su equipo en una jugada en la que medio gol se lo dio Willian José con su asistencia.
Aritz Elustondo, el sucesor de Iñigo Martínez, que se reivindicó con un gol a falta de ocho minutos para el final. Illarramendi cerró la gran noche blanquiazul en otra gran jugada de ataque de los vascos en la que Imanol Agirretxe convirtió en asistencia su intento de vaselina a Rubén, acción que culminaría ante el delirio de la grada el exjugador del Real Madrid.