Ambos dirigieron como árbitro principal y VAR, respectivamente, el partido de la jornada 26 Real Madrid-Sevilla, que concluyó con victoria local por 1-0, y el conjunto sevillano envió el día antes del mismo, el pasado 24 de febrero, un escrito al comité federativo denunciando una campaña de persecución y hostigamiento por parte de la televisión del club blanco hacia los árbitros.
Inicialmente, el Comité decidió no actuar, al no considerar como una denuncia el escrito del Sevilla para incoar un expediente, aunque ahora sí ha abierto un procedimiento tras la reformulación del documento del club.
El Sevilla, en su comunicado, destaca que decidió "actuar al entender que estas prácticas, que se han venido repitiendo en los últimos tiempos -incluido el partido de la primera vuelta entre ambos equipos-, hacen un grave daño al fútbol español y ponen en tela de juicio la integridad de la propia competición y la honorabilidad del estamento arbitral".
Este escrito añade que, además de lo anterior, también se pretende "influir en los árbitros concretos que actúan en los partidos, ya que los vídeos tratan de crear la imagen de falta de profesionalidad y antimadridismo, justo antes de cada partido, con una enorme difusión a través de la televisión".
"Esto tiene especial repercusión en los partidos que se juegan en el Santiago Bermabéu, ya que las decenas de miles de aficionados del Madrid llegan aleccionados de la existencia de un sesgo de parcialidad antimadridista en los colegiados que van a intervenir, lo que incrementa la tensión y crea una presión injusta sobre ellos", argumenta el Sevilla.