El presidente blaugrana Joan Laporta ha anunciado durante la presentación del acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona que el aterrizaje en Montjuic costará entre 15 y 20 millones de euros. El plan de remodelación del Camp Nou, proyectado en el proyecto Espai Barça, les hará jugar toda la temporada fuera de su casa habitual en un estadio con capacidad de 55.000 espectadores, lejos de las 98.000 localidades que ofrece su estadio desde 1957.
“Nos hemos comprometido a adecuar las instalaciones olímpicas, que ya están en muy buenas condiciones, y modernizar varios servicios como la grada de prensa, los vestuarios y una zona interna de aparcamiento. El acondicionamiento del estadio correrá a cargo del Barça”, explicaba Joan Laporta.
Un campo de categoría
El Estadi Olímpic Lluís Companys es un campo de titularidad pública y se construyó originalmente como preparación para la Exposición Internacional en 1929. Fue reconstruido en casi su totalidad para los Juegos Olímpicos de 1992 de Barcelona. Albergó los partidos de los aficionados pericos desde la temporada 1997 hasta 2009, al ser el estadio oficial del RCD Espanyol.
Posee una categoría 4 de la UEFA, lo que lo habilita para albergar competiciones continentales y obligará a los seguidores blaugranas a salir del centro barcelonés y moverse hasta el distrito de Sants-Montjuic, a unos 7 kilómetros de distancia.