El mítico 21 del fútbol español fue titular y recibió el cariño de todos los seguidores amarillos durante el partido, al ser sustituido en la segunda parte, y al término del encuentro, en un homenaje del club en el que se inició.
El partido, en el que la Unión Deportiva no se jugaba nada y el Athletic quería asegurar la quinta posición, tuvo un ritmo bajo, con pocas ocasiones, pero estuvo más cerca del gol el conjunto vasco, incluso con uno anulado de forma equivocada.
Al Athletic le faltó remate para adelantarse en el marcador, o puntería, como un cabezazo de Aduriz que no encontró portería tras un centro de Beñat, al cuarto de hora de juego. Sí fue entre palos un tiro lejano de Beñat que atajó Lizoain sin mayores problemas.
También lo intentó Williams con diagonales e incursiones, pero sin finalizar las acciones. El propio De Marcos, con un centro-chut que se estrelló en el larguero antes de irse fuera, tuvo la mejor ocasión rojiblanca cuando aún se oían los ecos de la ovación a Valerón en el minuto 21.
El 'Flaco' dio el susto cuando necesitó ser atendido tras un fuerte golpe por detrás de Bóveda, pero se recuperó. Inicialmente jugó entre líneas, donde ha brillado siempre, pero acabó la primera parte escorado a la izquierda, cambiando su posición con Jonathan Viera, el sucesor de su dorsal la próxima temporada.
En la segunda parte dio un paso al frente al Athletic, el único necesitado de puntos en este partido, y comenzó a llegar con evidente peligro. Apareció Aduriz en varias acciones, con remates y un pase a Raúl García que éste no supo aprovechar.
Tan cerca estuvo del gol el equipo de Valverde que lo logró, pero fue mal anulado por un inexistente fuera de juego de Bóveda, tras acción de San José.
El momento estelar de la tarde, el más esperado, fue la sustitución de Valerón. El último caballero del fútbol fue despedido por compañeros y rivales.
Después, el Athletic siguió su dominio infructuoso a lo que respondió Las Palmas con sus habituales chispazos de calidad, con Jonathan Viera como actor principal, pero ni una cosa ni la otra fueron suficientes para mover el marcador.