La International Football Association Board (IFAB) quiere incorporar un tercer color al catálogo de tarjetas con las que los árbitros sancionan a los jugadores por sus acciones en el campo de juego: la cartulina azul, si finalmente se implementa, permitirá a los colegiados sacar temporalmente del terreno de juego a los jugadores que protesten por sus decisiones arbitrales, o que cometan las conocidas como "faltas tácticas" para interrumpir "ataques prometedores", según ha indicado el diario británico The Telegraph.
La tarjeta azul que quiere implementar este organismo, explica también el periódico inglés, supondrá la expulsión durante 10 minutos del terreno de juego del jugador que la reciba. La suma de dos tarjetas azules (o de una azul y una amarilla) conllevará, sin embargo, la expulsión del sancionado del encuentro, como si de una cartulina roja se tratase. De este modo, la IFAB busca reforzar el castigo sobre los jugadores que cortan jugadas arriesgadas que, sin embargo, no cumplen los requisitos para recibir una tarjeta roja.
Con la inclusión de esta nueva sanción, la asociación encargada de elaborar el reglamento del deporte rey busca también acabar con el mal comportamiento de los futbolistas, que la organización considera "un cáncer que mata al fútbol", Con todo, la IFAB pretende introducir la tarjeta azul de manera progresiva a partir del próximo verano boreal: ni en la próxima Eurocopa de Alemania ni en la siguiente Liga de Campeones tendrán presencia estas cartulinas celestes, aunque la Federación Inglesa sí que tiene planes para implementarlas en la próxima Copa y Copa femenina nacionales, como indica The Telegraph.
El mismo diario apunta que la nueva regla se presentará de manera oficial el próximo viernes, a pesar de que ya se han pronunciado en su contra el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin. En una entrevista para el medio, Ceferin ha rechazado esta innovación afirmando que "ya no se trata de fútbol". Cabe destacar que, en partidos juveniles y de aficionados, ya existen "jaulas" a las que se envía de forma temporal a los jugadores que protestan ante los árbitros.
La inclusión de esta tarjeta azul en el reglamento va en sintonía con otras medidas que estaría barajando la IFAB para reforzar la autoridad de los árbitros, como permitir únicamente a los capitanes de los equipos interactuar con los colegiados, al igual que sucede en el rugby. En caso de implementarse finalmente, se tratará de la primera tarjeta disciplinaria que se establecería tras la llegada de las cartulinas rojas y amarillas en el mundial de México de 1970.