Sin 'Tamudazo' posible. Así fue el partido entre Espanyol y Barcelona. Así fueron los 90 minutos que acercan y mucho la Liga BBVA 2014-15 a las vitrinas del Camp Nou. Los de Luis Enrique fueron total y absolutamente superiores a su rival en el derbi catalán y ni siquiera el hecho de jugar con diez durante casi toda la segunda parte igualó las fuerzas entre uno y otro equipo. Neymar y Messi, en un primer acto de total dominio culé, hicieron las dianas visitantes.
La presión con la que el Espanyol salió a comerse, o a intentar comerse, al Barça duro lo que el Barcelona quiso que durara. En el instante en que empezaron a tocar no hubo en toda la primera parte una jugada en la que los hombres de Sergio llegasen antes. Y no, no es una exageración. Siempre bien colocados, los azulgranas se llevaban absolutamente todos los balones en disputa y la segunda jugada sólo tenía el nombre de un jugador hoy vestido de naranja.
Así, imposible. Más aún cuando enfrnte tienes a uno de los mejores equipos del mundo. Los de Luis Enrique tardaron en ponerse 0-1 lo que tardó Neymar en afinar puntería. Lo que tardaron en combinar Neymar, Suárez y él, con la participación imprescindible de Jordi Alba. Cambió el juego el argentino, la puso de primeras el lateral, la dejó pasar el 9 y el brasileño, absolutamente solo, mandó la bola a las mallas de un Casilla hasta ese momento impenetrable.
El Espanyol, ni estaba ni se le esperaba
La reacción fue inexistente. El Barça siguió a lo suyo y los periquitos continuaron persiguiendo sombras a una distancia sideral. Así pasó lo que tenía que pasar, y aunque no debió valer por fuera de juego de Luis Suárez, el 0-2 fue otra maravilla. El uruguayo hizo pared con Iniesta, se la mandó a Messi para que convirtiera su melón en un control que fue el 75% del tanto del argentino. Justo premio para el Barça; justo castigo para el Espanyol.
El guión siguió igual, pero cambiaron las formas. Los de Luis Enrique tocaban, tocaban y seguían tocando, pero más para que el tiempo pasase. Más para descansar y para defender que para buscar una jugada de gol. Daba igual, ya no lo necesitaban. Ya habían hecho los deberes y qué mejor forma de mantener a raya a un inoperante Espanyol que haciéndole correr. Con todo, Neymar y Luis Suárez tuvieron opciones de que los culés llegasen con 0-3 al descanso.
Jordi Alba, a la calle
Once azulgranas salieron tras el paso por vestuarios. Casi volvieron diez, pues Jordi Alba se fue a la calle nada más empezar el segundo acto por protestar a Mateu. Algo debió decirle el lateral al trencilla y roja directa para él. Eso espoleó a un Barça que ni pareció estar en inferioridad, y eso que el Espanyol, ahora sí, aumentó la intensidad y la presión más cara a la galería que a la efectividad. Y es que hasta el minuto 67 no tiraron a portería.
Es más, no sólo apenas notaron que estaban con diez sino que de hecho tuvieron ocasiones clarísimas para marcar el tercero. Todo gracias a los tres de arriba, en especial a un Neymar en estado de gracia y a un Luis Suárez que sigue mostrando que es algo más que un 'killer'. El 9 se mueve, conecta, aguanta la pelota, pasa al primer toque, deja en ventaja a sus compañeros... Vamos, que él solo hace lo que hacen dos o tres futbolistas de cualquier otro equipo. Ni con diez dejó el Barça de ser superior a su rival.
La Liga está más cerca
Cada vez más cerca tienen el título los azulgranas, que se han hecho con el triunfo en un campo complicado en un derbi ante un rival que también acabó con diez por la doble amarilla de Héctor Moreno. El Barça hizo una gran primera mitad y eso valió y bastó para que los de Luis Enrique se hicieran con tres puntos vitales de cara al título. La presión ahora está en el tejado del Real Madrid, que no tiene más opción que ganar en Balaídos si no quiere despedirse de la Liga a falta de cinco partidos.