El montenegrino fue presentado como nuevo técnico del club vitoriano y cumplirá su tercera etapa en el banquillo del Fernando Buesa Arena, después de convertirse en el entrenador que más títulos dio al conjunto baskonista.
"Estoy muy contento de volver a mi casa. En estos últimos años he tenido una experiencia enriquecedora, pero la ilusión por volver difícilmente se puede mejorar", admitió el balcánico, que apuntó que ahora está "preocupado por cómo está la plantilla".
Ivanovic explicó que fichó por el Besiktas por un año y medio y estaba "muy contento", dispuesto a acabar el contrato a pesar de los problemas económicos del conjunto turco. Añadió que incluso tuvo dos ofertas para salir, pero prefirió quedarse por respetó a los dirigentes, que no lograron mantenerse tras las elecciones a la presidencia del cuadro otomano y como no había tenido contacto con este nuevo grupo gestor, tomó la decisión de salir.
"Hubiese salido incluso sin fichar por Baskonia", agregó el preparador que, al mismo tiempo, expuso que en cuanto le llegó la oferta azulgrana no se lo pensó. "Es evidente que el equipo ha caído mentalmente y después de eso, cuesta tiempo subir, pero lo haremos", aseguró el preparador. Preguntado por su pasado y los cambios que ha tenido como entrenador, respondió con un frase que a su juicio viene bien para este momento. "La nostalgia y la esperanza son las más crueles asesinas porque matan la realidad y el presente y quiero vivir este momento con alegría y entusiasmo", aclaró.
"Quiero luchar con esta gente para hacerlo bien y es lo único que me importa; ni el pasado ni el futuro", manifestó el director del vestuario baskonista que intercambió sonrisas con momentos de preocupación cuando hablaba de su plantilla. Antes de la puesta de largo oficial como nuevo entrenador baskonista, Ivanovic dirigió dos partidos en los que el Baskonia cayó con estrépito ante el Alba Berlín en Euroliga y Casademont Zaragoza en la Liga Endesa.
En este sentido, destacó que "el gran problema es que cuando se juega mal, el equipo se va abajo y nunca se puede rendir". No quiere pensar en la clasificación para la Copa del Rey y admitió que tienen que "cambiar algunas cosas" y para ello intentarán aprovechar al máximo el poco tiempo que tienen, aunque indicó que "es mejor ir partido a partido".
"Los detalles tácticos te ayudan cuando el equipo está arriba, pero no pueden cambiar mucho", explicó Ivanovic, que apuntó directamente a los jugadores. "Ellos han bajado y ellos son los que tienen que subir; el entrenador no puede defender ni meter", zanjó el técnico que expuso que probablemente este sea "uno de los grandes retos" de su carrera. "Siempre me han gustado los desafíos y sobre todo estar en este equipo y trabajar con esta gente", dijo al respecto.
Aunque firmó un contrato hasta final de temporada, el balcánico desveló que tenia una opción para tener un contrato más largo, pero decidió comprometerse solo hasta el final de temporada porque quiere "disfrutar de este momento y luchar con esta gente". No quiso hablar de incorporaciones y prefirió centrarse en los jugadores actuales y subrayó que "el baloncesto es una lucha de 40 minutos y en este momento el equipo no está para jugar tanto tiempo".
El director deportivo del Baskonia, Félix Fernández, acompañó al entrenador y asentó que "los acuerdos con Dusko (Ivanovic) siempre son rápidos" y que no hubo ningún tipo de discusión para fichar al entrenador que querían tener.