Tras dar la sorpresa en 2022 con su primera edición, este año la presencia de Tadej Pogacar prometía y, visto el espectáculo brindado por el dos veces ganador del Tour de Francia, se cumplieron, o hasta superaron, las expectativas.
Esta clásica jienense, pese a ser de nueva cuna, va camino de ser marcada en rojo por muchas estrellas del pelotón. De momento, Pogacar se apuntó, se metió en carrera y atacó a 42,5 de meta para dejar atrás a sus rivales, pillar al fugado Sergio Samitier e irse en solitario hacia la meta.
Llegó eufórico, pidiendo al público que le animara y festejara con él su logro. Una proeza para tratarse de un arranque de temporada, en un territorio duro sobre la tierra --o 'sterrato' que tan de moda está-- en los mares de olivos que bañan esta clásica.
Fueron 178,9 kilómetros, entre Úbeda y Baeza, que dieron para mucho. Pero no hubo pulsos entre fuga y pelotón, no hubo vandazos ni esprint final. Hubo Tadej Pogacar. El esloveno le metió 49 segundos, pese a entrar 'de pase', al británico Ben Turner (INEOS Grenadiers) y al belga Tim Wellens (UAE Team Emirates), que completaron el 'podio'.