Celta y Alavés dejan sus deberes para Mendizorroza
El Celta y el Alavés han empatado a cero el encuentro de ida de las semifinales de la Copa del Rey. Los dos equipos lograron el mérito de no recibir ningún gol en el encuentro de ida y dejan todo para el encuentro de vuelta en Mendizorroza.
Celta de Vigo y Deportivo Alavés protagonizaron este jueves un combate nulo en el partido de ida (0-0) de las semifinales de la Copa del Rey después de un encuentro, disputado en Balaídos, que estuvo marcado por la abundante lluvia y por las ocasiones del insaciable Iago Aspas, el jugador más peligroso del envite.
Tanto gallegos como vascos deberán esperar seis días para conocer el desenlace de la semifinal copera. Este jueves, después de una primera parte para olvidar, ambos mejoraron la versión ofrecida y, sobre todo los pupilos de Berizzo, que estuvieron más cerca de conseguir una mínima ventaja en botas de Aspas.
El delantero de Moaña lo intentó de todas las maneras -hasta de chilena- en un carrusel de ocasiones durante la segunda mitad que también encumbraron a Pacheco, el portero de los babazorros, como uno de los jugadores a tener en cuenta. Para colmo de los locales, si no era el meta alavesista, eran los postes.
El 'Tucu' Hernández se encontró con la madera cuando se cumplía el minuto 89 y Aspas, a media hora del final también llevó el cuero al travesaño con un disparo violento que hubiera cambiado la cara el encuentro. Una ocasión que llegó provocada tras una sensacional jugada del conjunto olívico, que vistió sus mejores galas pese al temporal.
La lluvia afeó un partido histórico para ambos conjuntos -protagonistas en esta semifinal de los humildes- e impidió disfrutar de más ocasiones, sobre todo de los vitorianos, que tuvieron en Deyverson a su jugador referencia. El brasileño realizó un trabajo impagable en labores defensivas y buscó el gol sin recompensa.
Un Alavés que dio una clase maestra de cómo defender y cómo posicionarse en el campo. La misma maestría que le ha llevado a la antesala de la final y a cumplir tan buen papel en el campeonato doméstico. Al buen hacer de Deyverson se sumó el gran comienzo de Camarasa, amenaza constante de los celestes.
Un centro suyo estuvo a punto de convertirse en el 0-1, de igual manera que una jugada de Theo, en el carril zurdo, que despejó Cabral bajo palos cuando los visitantes ya cantaban el gol. Al final no hubo suerte ni para unos, ni para otros, y será Mendizorroza dentro de seis días quién dicte sentencia y entrega el pase a un nuevo finalista del torneo copero.