Copa del Rey I Barcelona 1-2 Real Madrid

Barcelona 1 - 2 Real Madrid

El Real Madrid gana la final de la Copa del Rey tras vencer por un gol a dos al Barcelona. Los de Ancelotti fueron mejores y con ventaja en el marcador no fueron capaces de sentenciar. Bartra logró el empate y Bale, que lo estuvo buscando durante toda la final, marcó el gol de la victoria en los últimos minutos tras un carrerón de cincuenta metros que dejó a todos atrás. Neymar pudo empatar el ochenta y nueve pero el palo lo impidió. El Real Madrid se alza con la Copa y logra su primer título de la temporada tras la pasada en blanco.

Javier Espelosín I @javi_ef85

Madrid | 16.04.2014 23:25

Los dos grandes de la Liga Española volvían a cruzarse en una final de la Copa del Rey tres años después y de nuevo Valencia era el escenario para presenciar uno de los espectáculos futbolísticos más importantes del mundo. Da igual qué tipo de partido sea, da igual el torneo, el escenario… cuando se enfrentan Barcelona y Real Madrid, y más en una final, la importancia crece y la trascendencia del choque llega a su máximo esplendor.

El inicio de la Semana Santa y el buen tiempo que acompaña a Valencia, crearon una atmósfera futbolística que se respiraba en la ciudad del Turia desde primera hora de la mañana. Las calles de Valencia se abarrotaron de seguidores y el estadio abrió sus puertas dos horas antes del arranque del partido. El primer enfrentamiento lo provocaron los propios aficionados con sus canticos y sus muestras de apoyo a sus equipos, y la afición blanca pareció llevarse este primer envite previo al gran espectáculo que se presagiaba en el terreno de juego.

El Barcelona, tras caer eliminados en la Champions League y tras pinchar ante el Granada en Liga, encaraba el partido con la necesidad de lograr un título que podría ser el único de la temporada. Los problemas de lesiones hicieron que Bartra forzara para no dejar a la zaga sin especialistas, y con Puyol en el banquillo de escudero. Por su parte el Real Madrid, que vive en un balancín constante, llegaba a la Final en uno de los momentos altos, segundos en la liga y en las semifinales de la Champions League, pero la baja de Cristiano Ronaldo dejaba un vacío en el equipo que parecí difícil tapar. Todo estaba preparado para la batalla final.

El partido comenzó poco preciso, con nervios, y el Real Madrid se impuso al Barcelona, que no era capaz de hacerse con el balón y por tanto no era capaz de controlar el juego. Eso lo aprovechó Bale que tuvo dos llegadas con peligro antes de que el Real Madrid se adelantara a los diez minutos. Fue un robo de balón de Isco, que le dio la pelota al galés que a toda velocidad, como todo lo que intenta hacer, combinó en la banda izquierda hacia Benzema que de primeras dejó sólo a Di María en el carril del diez, delante del Pinto, avanzó hasta el borde del área, se abrió para evitar la llegada de Bartra, se perfiló con su pierna buena, y cruzó a la izquierda de la portería del Barcelona, que rozó el balón con la yema de los dedos sin poder evitar el tanto.

A medida que iban transcurriendo los miutos el Barcelona conseguía hacerse con la pelota sin acabar de imponer su juego: faltaba profundidad y ritmo, pese a que el Real Madrid juntó sus líneas y bajó la presión inicial. El primer remate entre palos de los el “Tata” llegó a los veintitrés minutos tras un centro por la derecha de Alves que remató Jordi Alba a las manos de Casillas.

Messi tuvo dos acercamientos en los instantes finales de la primera mitad y parecía que el Barcelona se iba encontrando sobre el césped de Mestalla, pero los del Ancelotti parecían tener muy claro lo que querían hacer y así se veía reflejado, con buena colocación, impidiendo que el Barcelona encontrara huecos y saliendo a la carrera buscando los espacios, a Bale, Bezema o Di María, que lanzaban las contras con juego directo y parecía que alguna de ellas parecía definitivas, y a punto estuvieron de pillar de nuevo al Barcelona, que  no tenía más opciones que arriesgar si querían levantar la final.

La segunda mitad arrancó con el mismo guion que se vio en la primera mitad. Los del “Tata” seguían buscando su identidad en el campo, pero las cosas no acababan de salir. A medida que pasaban los minutos la posesión del Barça se incrementaba, su presencia en las inmediaciones del área blanca iban aumentando. Y el Madrid seguía agazapado, juntito atrás, esperando sus oportunidades, y cada posesión parecía llevar pólvora.

Pero la pólvora parecía mojada. Primero fue Bale por dos veces quien pudo ampliar la diferencia, Ramos de cabeza, Benzema al palo y gol anulado a Bale en el veintiuno. Parecía que el segundo estaba a punto de caer, pero sólo un minuto después llegó el gol del Barcelona de la única manera que no se podía esperar. Saque de esquina desde la izquierda de Xavi y remate de cabeza de Bartra, que ganó a Pepe, y metió el balón por la escuadra derecha de Casillas. Bartra, que forzó para la final, se estaba convirtiendo en el protagonista de los catalanes.

A partir de ahí todo podía pasar. El gol hizo crecer al Barcelona y sacó a relucir el cansancio de los jugadores blancos. Los del “Tata” se parecían más a lo que se espera de los balugranas, y se fueron en busca del gol de la victoria. Las llegadas, especialmente por la derecha, se hicieron constantes y aunque no había lanzamientos entre palos, se olía el peligro. Pero el Real Madrid no estaba muerto y una nueva contra, el balón de cayó Modric que disparó de nuevo al palo de la portería de Pinto.

Un gol de cien millones. Gareth Bale estuvo muy participativo pero demasiado individualista. Lo intentó en todo momento y obtuvo el premio en el mejor momento posible y con la velocidad como su arma principal. Una jugada de ataque del Barcelona por la izquierda acabó con la pelota en los pies de Coentrao pegado a su banderín de córner, y sin pausa y pegado a la cal jugó con el galés, que se encontraba en mitad de cancha, se giró y se echó la pelota al frente e inició la carrera. Bartra hizo todo lo que hay que hacer para detener a cualquier jugador, a cualquiera menos a Bale. Le empujó mucho más allá de los límites del campo, pero el galés ya había iniciado el turbo y no le costó ganar en velocidad para recorrer casi cincuenta metros y quedarse delante de Pinto. La definición fue la que fue, tiro mordido, raso y por debajo de las piernas de Pinto. El galés llevó al Madrid a la gloria en el minuto ochenta y cinco.

Neymar metió el susto a los madridistas en el ochenta y nueve. Se plantó delante de Casillas y cuando se cantaba el empate, la pelota rebotó al palo y fue directo a los guantes del guardameta blanco. El Real Madrid se proclama campeón de la Copa del Rey, como la última vez, en Mestalla, contra su eterno rival, y refuerza su moral de cara a este final de temporada. Los del “Tata” no supieron encontrar su fútbol y apenas inquietaron la portería de Casillas, pero la calidad de este equipo les dejó con opciones hasta el último minuto. Los de Ancelotti fueron superiores al Barcelona pero no fueron capaces de sentenciar con el uno a cero a favor y casi les cuesta la final. Bale fue el héroe con el gol de la victoria y Di María fue el motor del Real Madrid con un sorprendente Coentrao, que hizo uno de sus mejores partidos con la camiseta blanca.