Qué mejor para solventar las mínimas dudas nacidas tras no tirar a puerta en un partido que golear en el siguiente encuentro. Eso mismo hizo el Barça, que despejó cualquier interrogante que surgió tras visitar La Rosaleda con un buen envite y con tantos de todos los colores ante el Granada. Seis a cero y los de Luis Enrique que encaran su duelo Champions con una sonrisa en la Liga.
Y eso que no se preveía sencilla la tarea de golear, por más que se jugase en casa, a un equipo de Joaquín Caparrós. Orden, solidez y defensa son las características de sus conjuntos, así como el poderío y la intensidad. El Granada lo ha entendido perfectamente, y por ello sólo perdió uno de cinco partidos... hasta su visita al Camp Nou, donde sumó su segunda derrota consecutiva.
Se resistió bien a caer durante los primeros compases de envite. El Barça, como estaba previsto, se hizo rápido con la bola. El Granada, como también estaba previsto, se replegó atrás. El resultado fue un total dominio azulgrana y la sensación de asfixia nazarí, aunque eso sí, el gol no llegaba. Munir de hecho despejó un balón en la misma línea de gol... y además daba la sensación de que el duelo estaba donde querían los de Caparrós.
Regalo... y goleada
Porque de hecho tuvieron sus ocasiones. Salían rápido a la contra y en una de ellas una gran jugada de Foulquier acabó con un remate al larguero de El Arabi. Y por fin, el gran trabajo de Mathieu atrás fue igualado arriba por sus compañeros. Neymar aprovechó un error gravísimo de Héctor Yuste para hacer el primero, y a partir de ahí todo iría más rodado. Rakitic hizo el segundo tras pase de Messi y de nuevo el 11 marcaría el 3-0 antes del descanso.
Partido sentenciado. Quizá no para el Granada, viendo los cambios que realizó Caparrós en el descanso metiento por ejemplo a Piti, pero para un Barça desatado y presionante cuando perdía la pelota los tres puntos parecían seguros. Y más con Luis Enrique en el banquillo, el asturiano no permitió ni un segundo de relajación y la intensidad culé llevó al Barça en volandas, para el deleite de su afición.
Sin relajación posible
Messi cedió el cuero a Xavi en una falta que casi acaba dentro. Quizá era mejor para un zurdo, pero el argentino estaba generoso. Al final eso tuvo su recompensa en una genialidad azulgrana con el 6 poniendo el cuero a Alves y con el brasileño centrando de primeras directo a la testa del 10. Gol de Lionel, y a los cinco minutos asistencia para que Neymar completara su 'hat trick'.
Y como se ha dicho que faltaba gol por el 1-0 ante el Apoel y el 0-0 ante el Málaga, pues mejor que una manita es un set en blanco ante el Granada. Otro regalito más, en este caso de Murillo, dejó a Messi solo ante Roberto para marcar el sexto y definitivo tanto de los azulgranas en el Camp Nou.
Así que alegría y felicidad en el Barça. Goleada para zanjar dudas y además la portería sigue a cero un partido más. No hay mejor forma de encarar un duelo como el del PSG en Champions que con una sonrisa y con las ideas claras. El Barça sigue con paso firme esta temporada.