A lomos de Leo Messi, el Barcelona ha entrado en la fase decisiva de la temporada a galope tendido. El argentino ha recuperado su mejor versión para guiar a un equipo que hace un mes parecía a la deriva y que a día de hoy es un trueno. El Levante duró un cuarto de hora, hasta el gol de Neymar. Luego fue destrozado por el martillo azulgrana.
La metamorfosis del Barcelona es digna de estudio, aunque si se analiza con detenimiento tiene un gran responsable: Leo Messi. El argentino ha comenzado el año como en sus mejores tiempos. Da igual que Luis Enrique decida dar descanso a Luis Suárez, Pique y Jordi Alba. Con el de Rosario en ese estado de forma todo es coser y cantar.
Y eso que el Levante se plantó en el Camp Nou con ganas de marcha. Durante un cuarto de hora puso en problemas a la zaga del Barcelona. Barral tuvo un par de ocasiones claras para mover el marcador. Pero esas llegadas son parte de la nueva forma de entender el fútbol por parte del Barcelona. Les va la marcha a los de Luis Enrique.
El Camp Nou ha visto como se pasa del control absoluto de la época de Guardiola al carrusel de ocasiones del equipo de Luis Enrique. Antes los equipos apenas se asomaban a la portería de Valdés, ahora Bravo tiene trabajo ante cualquier rival. Pero es algo con los que puedes convivir cuando arriba tienes un ataque formado por Messi, Neymar y Luis Suárez.
El Barcelona está de dulce, buen ejemplo fue el primer tanto. Messi filtró un pase magistral al segundo palo y Neymar remató fatal pero con la suerte de que el balón dibujó una parábola que hizo inútil la salida de Mariño. A partir del 1-0 el Levante desapareció del encuentro.
Messi mientras seguía a lo suyo, creando el pánico en la defensa de los de Alcaraz. Un fuera de juego inexistente retrasó lo inminente.
En la recta final de la primer parte llegó el 2-0, obra de Leo. La jugada es un reflejo de lo que es ahora el Barcelona. Bartra robó por pura intensidad a treinta metros de la portería de Mariño y cedió a la carrera de Leo que con la derecha no perdonó. El Levante vivió un tormento hasta el final del partido. Un Barcelona eléctrico y en plena forma deshizo al cuadro de Alcaraz en la segunda parte.
Una triangulación entre Busquets, Pedro y Messi sirvió al argentino para poner el 3-0. El 4-0 llegó de penalti. Iván derribó a Neymar en una internada por de izquierda y el colegiado no lo dudó. Esta vez sí fue Messi el encargado de lanzar y anotar desde los once metros.
Con todo el pescado vendido, Luis Enrique decidió dar descanso a Rakitic y Neymar.
Luis Suárez salió con 25 minutos por delante y tuvo tiempo para marcar el gol de la tarde. Adriano ganó línea de fondo y centró un balón por arriba. El balón cayó con nieve y Luis Suárez lo enganchó de primeras en una acrobática volea. Fue la guinda al festival azulgrana, a otra fiesta de Messi y compañía.