El FC Barcelona se ha proclamado campeón de la Liga al derrotar en el cuarto partido de la final al Real Madrid (83-81) en un choque vibrante, vivido al límite y en el que un triple de Lampe acabó por servir en bandeja el título a su equipo cuando el encuentro estaba empatado (76-76) a 21 segundos para la conclusión.
Contra todo pronóstico, ya que el Madrid partía como el gran favorito para coronar tanto la Liga como la Euroliga, el equipo catalán doblegó a su rival con un 3-1 al que nadie hubiese apostado, después de que el equipo de Xavi Pascual haya sido un mar de dudas esta temporada, con un momento muy delicado en Europa, donde, precisamente el equipo madridista le dio un buen repaso en Milan en la semifinal al de la Final entre Cuatro.
El partido en el Palau tuvo de todo, incluso un exceso de tensión que acabó con el entrenador del Madrid, Pablo Laso, expulsado en el tercer tiempo por reincidir en sus protestas y perder los nervios.
Fue un momento clave, en el que el Barcelona parecía encaminado a dar la estocada final, pero el Madrid, con más vidas que un gato, resurgió, sacó lo mejor de sí con un Mirotic que ejerció de líder y llegó a empatar el partido, pero a falta de 21 segundos, uno de los jugadores más flojos en toda la temporada, como ha sido el polaco Maciej Boleslaw Lampe, endosó un triple mortal que sentenció el partido.
Intenso primer parcial en el que el Madrid envió un mensaje inequívoco: intensidad y agresividad en todas las acciones. No habían pasado ni cuatro minutos y, tras un aviso de los colegiados, el banquillo madridista recibió una técnica por protestar, cuyo tiro transformó Navarro (7-5).
Esa acción no hizo amilanar a un Madrid intensísimo, pero con problemas en ataque, donde la defensa individual del Barça logró el objetivo de anular muchas opciones de su rival e impedir que la mejor versión madridista se recuperase tras el 2-1 en la serie final.
El Madrid había propuesto una batalla intensa que le llevó a perder en ocasiones la concentración, lo que el Barça no desperdició para ir abriendo poco a poco una cómoda diferencia que se situó en 7 puntos (14-7), tras un parcial de 7-0 que redondeó Maschbar con un triple. Rudy Fernández, mermado de facultades, entró con una bandeja cuando todo apuntaba a un mate (14-10).
De hecho, fue así por las dolencias en un tobillo que le obligaron a sentarse en el banquillo, que alcanzó cojeando. Sin uno de sus referentes del Madrid en pista, al Barça le resultó algo más cómodo disputar los últimos cuatro minutos del primer parcial, con dos ventajas de ocho puntos (18-10 y 25-17), esta última tras un triple de Oleson, al que respondió Sergio Rodríguez con dos tiros para cerrar el primer parcial (25-19).
La intensidad creció en el segundo parcial, en el que el Madrid apareció con Carroll ante la baja de Rudy. Reyes y Oleson se erigieron en los anotadores de ambos equipos en el arranque (30-23). Parecía que el Barça iba a despegarse pero una doble acción madridista, con canasta de Mejri y un palmeo de Reyes, situaron un 30-27, que no mostraba la superioridad que hasta el momento estaba evidenciando el Barça.
Abrines, con un triple (33-27), despertó a su equipo, que había quedado algo doblado por la respuesta contundente del Madrid en pocos gestos. El nerviosismo en el Barça, que veía que no podía desengancharse, también llegó en una técnica al banquillo tras ser advertido por las protestas.Carroll anotó la canasta (33-28).
Abrines volvió a jugársela desde la larga distancia (38-31), para sacar a su equipo del atolladero tras una doble falta para Reyes y Lampe. El Barça encontró su mejor juego y tras un triple de Huertas y una canasta de Tomic dejó el tanteador en un 45-33, con una máxima de doce puntos. Mirotic volvió al campo y comandó a su equipo para un parcial de 2-7 que cerró el primer tiempo con un 47-42, que ponía otra vez al Madrid en el partido antes de arrancar un tercer periodo, que acabó siendo clave.
Tras un 2+1 de Darden el partido se ponía en un 49-47. El bloqueo del Barcelona hizo temer episodios como los de la eliminatoria contra el Valencia, en que perdió un 0-2 en la semifinal tras ceder los dos partidos de casa, después de liderarlos.
Nachbar fue al rescate de los suyos con un triple (52-47) y Tomic remató con cuatro puntos seguidos (48-49), antes de que se produjese la acción polémica del partido, en la que el Madrid protestó una falta y Laso acabó expulsado a 6:07 del final. El Madrid estaba tocado, pero la marcha de su técnico fue como un 'chute' de adrenalina, que devolvió la confianza a los suyos, con un Sergio Rodríguez líder y con un gran acierto de Mejri (61-54), que Reyes y Carroll arreglaron después (65-57), tras un triple de Navarro.
Se entró en los últimos diez minutos con muchos jugadores cargados de faltas (acabaron eliminados Dorsey, min.35, Nachbar, min.36; Mirotic, min.38 y Rudy, min.40). El Madrid fió todo a su espíritu más que a un juego de equipo que le llevase a doblegar a un Barça que no acababa de matar el partido. Cuando Mejri volvió a acercar a su equipo (67-61), una antideportiva de Carroll dio alas a un Barça y a un Tomic inconmensurable (71-61).
Las fuerzas empezaron a pasar factura y se vio un juego impreciso y falta de velocidad. Un 2+1 de Mirotic dejó un inesperado 73-72 que abría definitivamente el partido para cualquiera de los dos equipos, a falta de 4:16. En un intercambio de canastas y de fallos, se llegó a un enceste de Bouroisis (76-76) con una acción posterior de Navarro en la que cometió pasos al resbalarse.
El Madrid tenía el partido en sus manos, pero perdió su acción y Lampe, en un lateral del campo, recibió un balón envenenado para que probase el triple. El polaco, que ha hecho una buena serie, después de una nefasta Liga, no se lo pensó y a falta de 21 segundos anotó un triple que hizo venirse abajo el Palau (79-76).
Sergio Rodríguez intentó reproducir la misma acción pero falló. Abrines anotó dos tiros libres y a pesar del triple de Darden (81-79), una falta a Oleson permitió al americano cerrar el partido con dos tiros (83-79), haciendo inútil la última canasta madridista (83-81).