Los de Pablo Laso dan fuerza a su posición en la tabla con un 5-3 y cortan las alas a un Barça que se queda con 6-2, en su cuarta derrota seguida en sus visitas continentales a Madrid, y el segundo Clásico blanco del año tras la Supercopa. Tras un cuarto para cada uno, la reanudación fue blanca. Campazzo fue líder (13 puntos y 6 asistencias) y Tavares intimidó hasta que el pique y la rivalidad depararon un final caliente.
La hostilidad anunciada sobre el ex del Palacio Mirotic (19 puntos) llevó a la excitación a cada jugador y un partido de intercambio lo saboreó el cuadro local. El Madrid encontró soluciones, en Deck (13 puntos y 6 rebotes), Randolph (16 y 7) y mucha rotación interior a pesar de las bajas. Mientras, el Barça se desmoronó poco a poco, en busca de autoestima para el asalto a la Euroliga 10 años después, con hiriente final bajo los sombreros del de Cabo Verde.
El Barça fue capaz de volver al partido en el segundo cuarto a pesar de llegar a ir 21 puntos abajo. Los de Pesic se permitieron el lujo de regalar 10 minutos y el Madrid se relajó en un orgasmo deportivo tras triturar a su eterno rival. No había duda del recibimiento a Mirotic y por momentos funcionó con el Palacio encendido desde el minuto uno, partícipe de la paliza. La defensa blanca, juego coral y acierto sin respuesta fueron un 30-9.
El cuadro catalán no había saltado al parqué: ni una entrada a canasta, sin apenas cifras en sus estadísticas. Randolph y 'Facu' llevaron el ritmo local y Tavares fue dueño de las dos zonas. La suya, muy tranquila. De lo más bajo se propuso empezar el equipo de Pesic, a base de dar más agresividad a la defensa, asomar con Tomic en la zona y recuperar el perímetro gracias a Delaney y Kuric.
EL MADRID RÍE ÚLTIMO
El parcial visitante llegó a ser 5-21. El Madrid reaccionó reservando a Campazzo y con Laprovittola sufriendo, mejor con Deck y Taylor al lado. Mirotic volvió a la pista para rubricar la remontada culé antes del descanso, con ocho puntos en un momento y los gestos desafiantes a una grada que se despachó a gusto en insultos. Ambos equipos conocían el camino, pero al final solo podía llegar uno.
El Madrid volvió a su plan inicial, con Campazzo a los mandos y Tavares metiendo miedo al rival. El ataque tembloroso del Barça lo escupió el aro y contagió a cada camiseta azulgrana, hasta que el balón le llegó a Mirotic. Un triple del hispano-montenegrino cortó un 10-0 blanco en la reanudación (61-53), también ayudó Kuric, pero el Barça volvió a funcionar muy poco.
La cuarta falta de Tavares o la quinta de Mickey abrieron un par de puertas a los de Pesic, que lograron sujetar a un Madrid que había amenazado con el golpe definitivo (71-64). Garuba, con Randolph, ocuparon la zona blanca hasta que volvió el de Cabo Verde, que se encargó de parar a Mirotic para euforia de la grada. Un triple del esloveno dejó un más 10 a cinco minutos del final. Otro atasco azulgrana y un recital de tapones de Tavares cerraron el primer capítulo de un Clásico con tensión renovada.