El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha anunciado que "no hay ninguna garantía" de que vaya a desarrollarse en algún momento una vacuna efectiva contra el coronavirus y, en caso de que esta llegara a existir, "no va a poner fin a la pandemia por sí sola".
"Ningún país podrá resolver este problema por sí solo hasta que tengamos la vacuna, que sería una herramienta vital y esperamos tenerla lo antes posible, pero no hay ninguna garantía de que la vayamos a tener, e incluso si la tenemos no va a poner fin a la pandemia por sí sola", ha opinado en una rueda de prensa.
Conocedor de la dificultad de conseguir una vacuna, ha instado a todos los países a "aprender a controlar y manejar este virus usando las herramientas actuales" y a "hacer los ajustes en la vida diaria que son necesarios para mantenerse a salvo".
Asimismo, ha expresado que los confinamientos "no son una solución a largo plazo para ningún país", por lo que ha remarcado la necesidad de aprender a vivir con este virus y ha enfatizado que la elección entre la salud y la economía es "una elección falsa", puesto que son dos variables "inseparables".
Paralelamente, el director general de la OMS ha advertido sobre la necesidad de acción por el cambio climático y ha asegurado que "la pandemia nos ha permitido imaginar cómo sería el mundo con cielos y ríos muchos más limpios".
En este sentido, ha explicado que la crisis de la COVID-19 es "también una oportunidad para cambiar el mundo en el que van a vivir nuestros hijos", poniendo el ejemplo de España como "una de las naciones que más rápido se está descarbonizando" para hacer frente al reto mundial del cambio climático.
Referente al aumento de casos positivos y rebrotes en países como España "tras un largo periodo casi sin ninguna transmisión", Tedros ha criticado que "el progreso no significa victoria" y ha asegurado que "es vital detectar rápidamente los brotes para evitar la transmisión comunitaria".
Por otra parte, el director general ha valorado la situación del brote de ébola en el oeste de República Democrática del Congo, que ya alcanza el centenar de casos. "Actualmente hay un retraso de unos 5 días desde el inicio de los síntomas hasta que se produce una alerta sobre un supuesto caso de ébola. Esto es preocupante, porque cuanto más tiempo pase un paciente con ébola sin tratamiento, menores serán sus posibilidades de supervivencia y más tiempo podrá el virus propagarse sin ser visto en las comunidades", ha lamentado.
También, ha explicado que la situación "se ha complicado aún más por la huelga de los trabajadores de la salud, que está afectando a las actividades, incluyendo la vacunación y los entierros seguros" y ha opinado que "debe ser resuelta lo más rápido posible".
"Sigue habiendo una necesidad urgente de aumentar los recursos humanos y la capacidad logística para apoyar una respuesta eficaz del ébola en una zona geográfica cada vez más extensa, y para ayudar a los funcionarios de salud a identificar antes los casos", ha concluido Tedros.