Francisco Sierra
Madrid | 13.01.2018 06:00
Todas son tecnológicas y globales y tan grandes y expansivas que en muchos sectores donde entran acaban en duopolios u oligopolios. Asfixian a las competencias nacionales, evitan los pagos de impuestos nacionales y aprovechan su riqueza para invertir o directamente comprar a las empresas más innovadoras.
Sus servicios son usados por millones de personas en todo el mundo porque funcionan bien, son innovadores y la gente disfruta de su utilidad. Servicios que suelen ser gratuitos para el usuario, y donde poco a poco, introducen hábitos y formatos publicitarios. Ya sean buscadores, como Google, que dejaron hace mucho tiempo de ser neutrales y favorecen las posiciones patrocinadas, o redes sociales como Facebook donde tenemos contactos con amigos, familiares, medios y empresas. Ayer su dueño, Marck Zuckerberg, publicaba en el muro de su perfil una especie de autocrítica en la que decía que esta red estaba perdiendo su sentido familiar. Y por eso avanzaba que Facebook iba a disminuir la presencia de marcas, negocios y medios de comunicación. Dice que lo hace por recuperar el sentido original de Facebook. Veremos cuanto tiempo tarda en ofrecer a las empresas que paguen aparecer en esos flujos familiares.
Porque mientras decía eso que supone una menor presencia de los medios de comunicación, , en seis ciudades de Estados Unidos lanzaba su propio periódico online. Se llama Today In y se hace con información elaborada por máquinas, con información local agrupada. Está de prueba, pero no tardará en llegar. Una red con 1.300 millones de usuarios es algo tan grande que es difícil resistirse a la tentación de que se informen por el propio diario de Facebook. Dicen que no habrá fakes y que periodistas supervisarán el trabajo de las máquinas. Veremos.