OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Si Nieto no es el chivato, ¿por qué siguen dándole hilo a esa cometa?"

Media España va hoy canturreando a trabajar. Sin pretenderlo, eh. Les sale solo el tarareo. Qué hermosísima esta versión con flauta dulce, eh. Mire a su alrededor. El conductor que lleva usted delante en el atasco. Golpeando ahora mismo con el dedito el volante para llevar el ritmo.

Mire cómo se baja del coche, cabeza en alto, el pecho henchido, y se arranca a a cantar como un campeón en medio del asfalto.

Le ve, ¿no? ¿Siente usted la felicidad que transmite aunque le esté viendo usted de espaldas? La mano en el corazón, ese escudo que se ha hecho bordar en la parte de atrás de la americana.

¿Acaso es ese hombre Plácido Domingo? No, pero se siente como si lo fuera porque su equipo se metió anoche, un año más, en la final de la Liga de Campeones.

Sí, pítele, píetele que si no, no arranca. Arráncalo, Plácido, arráncalo por dios. Y usted, que es del Atleti, no está para bromas esta mañana. Está de mal humor. No ha dormido bien. Siente que hoy le ha costado más que nunca salir de casa. Nota que hoy le gusta menos que nunca su trabajo.

Ánimo. Ya sabe que en este programa, anímese, no se habla de fútbol.

Aquí hablamos de fiscales, de jueces, de ex presidentes autonómicos encarcelados, de mociones de censura, de Pablo, de Pedro, de Mariano, de Susana.

De los asuntos que apasionan a la España que madruga.

Siete preguntas, siete, para estrenar esta nueva jornada. Las siete preguntas de Pablo Iglesias Turrión. Decidido a quitarle el sitio a Rubén Amón.

Ayer el líder supremo de Podemos le copió en la comisión de Justicia del Congreso. En versión morada. Siete preguntas para el ministro Catalá.

¿Y del Atleti no dijo nada Pablo? No. ¿Por qué? Porque aunque haga siete preguntas, no es Amón.

Preguntas pertinentes. A las que añadía Pablo un estribillo: "le recuerdo que esto está siendo grabado". Es la cultura de lo audiovisual. Antes se decía: le recuerdo que constará en el diario de sesiones.

Si aquí todo ha sido grabado. Hasta José Antonio Nieto, el número dos de Interior, dijo ayer en este programa que ojalá estuviera grabada su conversación en el despacho con Pablo González para demostrar que no hablaron de Lezo.

¿Qué responde el ministro Catalá a las preguntas de Iglesias y de los otros grupos parlamentarios? Pues que aquí ni ha habido injerencias suyas, ni relevos en la fiscalía para tener controlados los sumarios, ni cabe acusar a Manuel Moix de estar intentando tapar nada. Lanza el ministro un desafío a quienes sospechan de Moix.

Pregunten, a ver qué pasa. Moix dice lo mismo en conversaciones privadas: que discrepancias tiene con sus subordinados pero que ninguno de ellos le ha dicho hasta ahora que lo que esté haciendo no sea correcto. Incluidos los fiscales del caso Lezo. Con los que tiene Moix algo más que una discrepancia.

Al escrito de los fiscales en el que, con una redacción insostenible, airean la sospecha de que José Antonio Nieto pudiera haber sido el chivato siguió ayer esta declaración del fiscal jefe. El señor Nieto no tiene nada que ver en el tema.

El señor Nieto no tiene nada que ver en el tema. Oiga, Moix, pero es que el escrito de sus fiscales sugiere lo contrario, que tiene mucho que ver. Subrayan la gravedad de la reunión de Nieto y Pablo González en su despacho. Y es un escrito presentado en el juzgado, una cosa seria. Si Nieto no tiene nada que ver, ¿qué diablos hacen los fiscales dándole hilo a esa cometa?

O tiene que ver, o no tiene que ver. Ambas cosas no son compatibles.

Si el jefe Moix dice la verdad, entonces los fiscales del caso Lezo están jugando a crear una falsa apariencia. Grave acusación para quien tiene encomendada la tarea de esclarecer la verdad, no de sembrar el camino de insinuaciones interesadas.

Urge aclarar a qué está jugando cada uno de los bandos enfrentados en esa fiscalía.

Con el PSOE abierto en canal por Los Juegos del Hambre —las elecciones internas que sólo puede ganar uno, o una, que se pone tensa Susana si hablamos del uno—, a Ximo Puig, consumado susanista pero escaso en la recolección de avales, le abre una vía de agua su socio de gobierno, Compromís. El senador de este partido, Mulet, cuya contribución más conocida al debate político fue una pregunta sobre el apocalipsis zombie, se ensañó ayer con la señora Díaz desde la tribuna del Senado. Rasgó allí una foto en tamaño DinA3 como quien le hace vudú a la bruja del cuento.

Payaso lo será usted. Y luego, payaso es una profesión muy digna. Ay, lo políticamente correcto.

Compromís llamando a Susana "gusana". Y Mónica Oltra, lideresa del partido y pareja política de hecho del barón socialista que bebe los vientos por Susana. ¿Qué dice la señora Oltra de todo esto? Pues defiende a su senador. Con el argumento de que quien siembra viento recoge temopestades.