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Monólogo de Alsina: "Iglesias y Rivera se han disfrazado de socios para una reforma electoral en la que ni siquiera ellos están de acuerdo"

Viernes de disfraces. Fin de semana de carnaval.

Carlos Alsina | @carlos__alsina

Madrid | 09.02.2018 08:13

• Rajoy se ha disfrazado de gobernante con ideas nuevas para España

Puigdemont se ha disfrazado de Elsa Artadi.

Iglesias y Rivera se han disfrazado de socios para una reforma electoral en la que ni siquiera ellos están de acuerdo.

• E Irene Montero se disfraza de luchadora contra el sexismo del lenguaje con Adriana Lastra disfrazada de escudera.

El carnaval.

Como el ministro Montoro habla tanto y de forma tan confusa casi siempre —ni aun disfrazándose le sale un orador que merezca ese nombre—, casi nadie se acordó ayer de que hace ya casi cuatro años, cuando presentó la reforma fiscal que, según él, iba a marcar un antes y un después en la fiscalidad española, ya anunció esta misma medida que su jefe, Rajoy, rescató del olvido ayer, en su papel de gobernante con propuestas novedosas.

Febrero de 2018. El Consejo de Ministros aprobará el decreto que lleva a la práctica lo que el propio gobierno anunció como novedad hace cuatro años. Entonces se anunció pero nunca se aplicó. Ahora se repesca.

El dinero que usted aporte a su plan de pensiones podrá recuperarlo a los diez años sin tener que alegar nada más. Y pagando, eso sí, los impuestos que Montoro establezca. El gobierno lo llama fomentar el ahorro. Que en este caso significa fomentar los planes privados de pensiones permitiendo que a los diez años, si uno necesita lo que puso, lo pueda ir rescatando.

Cuando anunció esto mismo en 2014 fue otro aspecto el que más subrayamos los medios. No en favor del ahorro sino en contra, porque lo que entonces se hizo fue bajar la cantidad máxima aportada por la que uno podía deducirse fiscalmente. Entonces se trataba de aumentar la recaudación, ahora de hacer un guiño a quienes tienen (o están pensando en tener en vista de la incertidumbre sobre las pensiones) un plan privado que complemente sus ingresos en el futuro.

Disfrazar de novedad lo que no pasa de ser una promesa incumplida es una habilidad que tienen los gobernantes. Disfrazar de lucha pionera lo que no pasa de ser un patinazo es también una habilidad que a veces exhiben los portavoces.

Lo de las portavozas. Que aunque fue un despiste de la portavoz parlamentaria de Podemos, Irene Montero, ella —con cintura— convirtió ayer en una causa.

Si Irene Montero pensara, de verdad, que ayuda a combatir el lenguaje sexista llamar a la portavoz portavoza se llamaría a sí misma de ese modo. Se presentaría así, como portavoza, en su cuenta de twitter, por ejemplo. Pero no lo hace. Al grupo le llama de Unidas Podemos, por aquello de usar el femenino como neutro, pero ella se pone que es psicóloga (en femenino, claro) y portavoz (en femenino también, porque no tener “a” al final no lo convierte en femenino. Del mismo modo que a los votantes los llama sólo votantes y no votantas y a los inscritos de su partido los llama inscritos y no inscritos e inscritas.

Ahora que se fomenta tanto la consulta del diccionario de la Academia, y bien está, recordemos que cuando de una palabra pone una m. y f. quiere decir masculino y femenino, o sea, que la palabra es la misma para un género y para el otro. Es el artículo el que determina. O el adjetivo. Portavoz parlamentaria es mujer. Portavoza es un traspié.

Pero, convertido en causa para disimularlo, ha encontrado eco en Adriana Lastra, vicesecretaria generala del Partido Socialista Obrero y Obrera Español. Que aplaude que se le pongan aes al final a las palabras.

Pudiéndola llamar Margarita, que es como la portavoz parlamentaria del PSOE se llama. ¿De verdad llama portavoza a la portavoz? Será en la intimidad, porque en público no consta.

Esto de defender el lenguaje inclusivo, aun a costa de forzarle las costuras al idioma, es muy respetable. Lo que pasa es que…Adriana Lastra, por ejemplo, a una mujer que milita en el PSOE la llama militante o militanta. Veamos…

Una militante. ¿A los diputados y diputadas que integran su grupo parlamentario se refiere con lenguaje desdoblado, como dice Montero, o como se hizo siempre? Como se hizo siempre. Diputados también a las diputadas. ¿Y a la portavoz, entonces, seguro que la llama portavoza? ¿Se acuerdan que ella misma sonó al principio para este cargo?

La portavoz. Del grupo. Queda bien apuntarle a la causa cuando ésta se convierte en tema de debate, pero aún queda mejor, si de verdad crees en ella, aplicarte el cuento y emplear, de verdad, todos esos términos por los que abogas.

¿Y el serial cómo va? El de los puigdemones. Y las puigdemonas.

Hoy se tambalea el elenco protagónico. Porque el de Flandes parece que pierde fuelle y tendrá que resignarse a que en lugar de investirle presidente de nuevo le organicen un partido homenaje de solteros contra casados y le regalen un reloj en reconocimiento a los servicios prestados. Un reloj, o un bastón de alcalde, que así ya lo tiene para seguir dando la vara.

Ahora la cosa está en que igual hacen presidenta a Elsa Artadi, que ha sido muy de Puigdemont (la promocionó Artur Mas pero ella se pasó luego al bando del prófugo) pero que igual no, porque al fantasma le parece mejor idea que invistan a un alcalde partidario de su causa, el de Valls o el de Mollerusa.

Mientras Puigdemont reclama reconocimiento a su papel como promotor de la embestida que ha terminado con medio gobierno en prisión preventiva, el presidente del Parlament, Torrent, a quien ha ido a reconocer su labor es a Oriol Junqueras. En la gira que hizo ayer por las cárceles madrileñas estuvo primero con su jefe de filas y luego se fue a dar ánimo a los Jordis.

¿De qué habló el presidente del Parlamento con Junqueras? Uff, de una lista tan larga de temas que te quedas sin dedos en las manos si los cuentas. Del país y de lo suyo. Todos estos temas. Traducido: que el presidente del Parlamento no contó ni media de lo que de verdad habló con su mentor. Secreto de confesión.

Igual la próxima vez es mejor que el señor Torrent acuda a título privado y así se ahorra que le pregunten. Realmente lo que hay que empezar a preguntarse esta mayoría independentista que habla de sí misma como si fuera un solo hombre quiere, de verdad, gobernar Cataluña. Tanto marear la perdiz, tanto darle vueltas a la nada, tanto fabular planes perfectamente inviables, ¿de verdad quieren gobernar?

Usted, Puigdemont, ¿de verdad quiere que haya un gobierno?

Usted, no. Y por eso está montando todo este cirio de Waterloo y los cien mil hijos del procés…

Pero es usted consciente de que los de Esquerra… le están dando largas porque le consideran un estorbo. ¿Y los de Esquerra para usted son también un estorbo?

Es usted parco en palabras, Puigdemont. Hay quien dice que sólo hace usted frases largas cuando habla con los medios independentistas. Entonces, la posibilidad de que acabe usted siendo un gato de escayola, un florero…flamenco, usted ahora mismo la tiene presente.

Ya, ya, no le gustaría. Pero asume usted que igual se queda colgado de la brocha. Sí? ¿En serio me lo está diciendo usted?

¿No? No pero sí, sí pero no. El enredo éste que alimenta usted cada día es una estrategia para que el 155 se siga aplicando y no haya nuevo gobierno en Cataluña. Es eso, ¿no?

Pues le agradezco mucho que me haya dicho una frase larga. Por cierto, ¿se acuerda usted del vídeo aquel que hicieron los de Omnium Cultural con una actriz que sufría muchísimo y pedía ayuda al mundo mundial para salvar el proceso?

Bueno, pues salió por ocho mil euros. Aparece en el informe que la guardia civil ha entregado a la juez Lamela con el desglose de gastos de los Jordis en la movilización para mantener viva la tensión con el Estado.

• Ocho mil, el vídeo de Help Catalonia.

• Trescientos mil en el alquiler de autocares para mover manifestantes.

• Un millón y medio de euros en total para actividades diversas.

Como diría el profesor Rodríguez Braun, será por dinero.