CON OLVIDO MACÍAS

Cuentos chinos: ¿Y tú de quién eres?

La culpa fue de las pipas, de esas cáscaras que unos guarros dejaron regadas en la acera. Ellos esperaban a sus padres sentados en un escalón del portal cuando apareció ese hombre mayor tan impertinente y se les quedó mirando con fruición.

Olvido Macías

Madrid | 04.08.2015 12:07

Los tres hermanos no lo podían evitar: se sorprendían de que algunas personas notaran sus diferencias raciales. Una de las chicas y el niño eran adoptados en China y la otra niña caucásica,vamos blanca e hija biológica.

El hombre lo dio todo por hecho y comenzaron sus ráfagas. ¿ habéis comido pipas?¿por qué las dejáis en el suelo? y dirigiéndose a la niña asiática, de catorce años preguntó: ¿en tu país se tiran las cáscaras al suelo? Pin Pin, la requerida, contestó que su país era España y que las pipas no eran suyas.

El tipo, de la escuela del blanco o negro y del sí o no, no comprendía nada y siguió con su purga: “No puedes ser española porque eres china y ¿dónde están tus padres de verdad? la niña, cada vez más enfurruñada le contestó que sus padres de verdad eran españoles y que era adoptada. El de las pocas luces no entendió tampoco que la hermana mayor, la blanca de 16 años estudiara chino si no era de allá.

Y les hago corto el cuento porque después, le tocó el turno al niño de once años. ¿A que tú sabes chino?. El niño puso cara de tierra trágame y contestó “no”. Llegó con cinco años y se había blindado contra su pasado, olvidando el idioma. Yicai no entendía por qué el hombrecillo no le veía rubio y con los ojos redondos. Se había roto el encanto, su espejo mágico en el que se veía así y comenzó el tic de sus ojos, el miedo al abandono, a la soledad. Respiró aliviado al ver a sus padres y les dijo: vámonos porque aquí hay un hombre que no entiende nada…