OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Hoy el 'rey Artur' sólo será un presidente en funciones"

Hoy no habrá clá que lo ovacione camino del patíbulo. No habrá multitud que lo aclame envuelta en la pancarta. No habrá alcaldes embastonados que alcen sus brazos para hacerle la ola —-y para hacerse un selfie, ya que estamos, con el gachetobrazo—-. Hoy no habrá zarza ardiendo ni aguas del mar rojo separadas. Hoy sólo habrá un presidente en funciones, fracasado su plan de investidura, usando el último resorte de poder que le queda.

Carlos Alsina

Madrid | 04.01.2016 08:09

El único que es suyo y sólo suyo: Artur Mas convocando —otra vez—- elecciones autonómicas en Cataluña. Junts pel c’est fini. Venga urnas y venga urnas. Un no parar de votar, oiga. A decidir, y decidir y seguir decidiendo.

¡Qué tiempos estos de investiduras frustradas y de más urnas que nunca!

Ejerciendo su derecho a decidir, como sabrán, la CUP decidió que desenchufarle el respirador a Artur Mas le resulta más urgente que desconectarse de España. Incapaces de decidir ellos quién debe ser el presidente del gobierno de Cataluña —porque diez diputados de 135 no dan para tanto— han ejercido el único poder que, en realidad, tenían: decidir quién no puede serlo. Se han confirmado los de la CUP más antiartúricos que independentistas.

Dijeron que no harían presidente a este hombre, y así ha sido. El hombre, Mas, dijo que no habría ningún otro candidato y así será. Artur Mas, de profesión, candidato.

Los del Juntos por el sí han hecho el pardillo. Se les fue el otoño en dos cosas: esperar a que hubiera elecciones generales para ver quién gobernaba a partir de enero España (ahí seguimos, atorados en el atrincheramiento de líderes amortizados) y negociar con unos señores que ahora se ha comprobado que, en realidad, no estaban en condiciones de negociar nada. Con la CUP todo queda siempre en manos de lo que digan no los tres mil asambleístas —-que ahí hubo empate— sino estos sesenta y ocho dirigentes (número totémico, 68) que son los que, al final, han cortado el bacalao y han cortocircuitado el procés. Quien con la CUP pretende acostarse, de la CUP sale escaldado. Estamos, oiga, como para independizarnos.

Queda claro que estos cuperos no son como Esquerra Republicana. A Junqueras le hizo Mas la envolvente y le empujó a la candidatura conjunta amagando con una sola cosa: no convocar elecciones anticipadas. A la CUP no ha conseguido abducirla amagando justo con lo contrario: en caso de no investirle a él, convocarlas. Y éste es el día, en ausencia de cla que lo ovacione y multitud que le haga la ola, cuando incluso aquellos que aún lo apoyan —-muchos, muchísimos—- asuman que a aquel que iba de profeta, de gurú, de guía, se le ha caído el andamiaje y se ha dado de cara contra el cemento. Prometer un sueño y acabar estampado contra el suelo. La reveladora imagen de un táctico destronado.

Su legendaria perspicacia, desmentida.

Su legendaria habilidad, comprometida.

Su legendaria astucia, cuestionada.

El rey Artur, desnudo. Con la monja Caram y con Rahola.

Aun estamos en las horas de asfixiar en reproches a la CUP y hacerla aparecer como dinamitadora de la mejor ocasión que tuvo Cataluña para independizarse, pero llegarán las horas —-a no tardar mucho— en que lo que va quedando de Convergencia revise el mal negocio que fueron las elecciones de septiembre, tanto como autonómicas —-sin mayoría suficiente— como plebiscitarias —-porque ganó el no—. Visto lo visto, no parece que “plebiscito” vaya a ser una palabra muy empleada a partir de hoy.

En esta hora aún grotesca del esperpento máximo, hay una lista de preguntas que se abren paso.

• ¿La CUP se ha cargado a Artur Mas o se ha cargado el proceso? ? ¿Quién sufre más castigo si hay elecciones de nuevo?

• ¿Se ha cargado el Juntos por el sí? ¿Repetiría Esquerra su matrimonio de conveniencia con la antigua Convergencia? Cómo de junts llegarían los dos socios a marzo.

• Y si hay divorcio, ¿los hijos con quién se quedan? Romeva, por ejemplo. Número uno de cartón para una maniobra descarriada. Qué será de Romeva se pregunta Cataluña.

• ¿Y qué será de Carme Forcadell, presidenta de parlamento breve y discurso monocultivo? Todo lo que ha hecho esta cámara en tres meses es aprobar una declaración de ruptura ilegal y no investir presidente. No cabe presumir, señora, de eficiencia. Estamos, oiga, como para independizarnos.

Y una pregunta humanitaria: ¿han vuelto ya a comer los setenta fieles artúricos, más papistas que el papa, que secundaron un ayuno para pedirle a la CUP que lo invistiera? En estos tiempos propicios al bochorno y la mofa no es tan fácil destacarse sobre el resto, pero los ayunadores del procés lo han conseguido. Hicieron una huelga de hambre acotadita, de sólo un día, porque ayunar es un derecho individual, decían, como si alguien se lo hubiera discutido. Derecho tenían —y aún tienen— a la abstinencia. Y a hacer el ridículo, también. Ayunando pel sí o atribuyendo al CNI la decisión de la CUP, que ésta es otra. La conspoiranoia de quienes ven infiltrados en las asambleas cuperas listos para hacer descarrilar el proceso. En ocasiones, veo espías. Y así te va, de cuento en cuento.