DESDE EL CONGRESO

Monólogo de Alsina a las 7: "Otra vez aquí pero con cambio de criterio de C'S"

Aquí estamos, en el Congreso de los diputados, seis meses y seis días después de la última vez que vinimos para lo mismo. La constitución de las nuevas Cortes y el estreno de los diputados. Decíamos ayer. El 13 de enero de este mismo año, y desde este mismo sitio, les estábamos contando que echaba a andar una legislatura que entonces calificamos de incierta en la medida en que no sabíamos cuánto iba a durar. Nos parecía difícil de creer, pero ya entonces comentábamos que era posible que el nuevo Parlamento fuera un callejón sin salida que desembocara en unas nuevas elecciones generales.

Carlos Alsina

Madrid | 19.07.2016 07:12

Bien, medio año después, habiendo votado de nuevo y habiendo salido de las urnas otro Parlamento que no garantiza que haya investidura, vuelve la liturgia a ponerse en marcha con viejos y nuevos protagonistas. La mayoría de los diputados que empezarán a llegar aquí en un par de horas son los mismos que ya eran. Hoy los parlamentarios de Podemos y de Ciudadanos no tendrán que preguntar dónde está el baño. Diputados repetidores que suspendieron el examen de investir presidente de gobierno en la primera convocatoria. En la repesca aún no está claro que lo aprueben, aunque a diferencia de entonces esta vez sólo un aspirante ha expresado su deseo de intentarlo. Mariano Rajoy. No hay más nombres, a día de hoy, sobre el tablero.

La segunda diferencia con la que arranca la legislatura es un cambio de criterio de Ciudadanos. Hace seis meses explicaba que lo más eficaz para el control del gobierno es que el Congreso lo presidiera alguien que no perteneciera al partido del gobierno. Ahora ha pactado con el PP que presida el Congreso una ministra en funciones que, caso de salir elegida, dejará de serlo: Ana Pastor Julián, amiga personal y favorita del presidente del gobierno. De predicar la separación a apoyar la sintonía estricta entre la presidencia de las Cortes y el candidato a seguir en la Moncloa. Cambio, muy notable, de criterio que se explica por el peso que consigue Ciudadanos en la mesa de la cámara, el órgano que gobierna el funcionamiento de esta cámara. Dos sillones (aunque a Rivera no le guste la palabra), dos sillones de los nueve que se reparten. Dos para Ciudadanos, tres para el PP, dos para PSOE, dos para Podemos.

La primera prueba de que ésta legislatura no es como la anterior ya se ha producido. El PP sí tiene con quien pactar y, además, pacta. Al margen del PSOE. Ciudadanos no negocia sólo políticas y reformas, negocia también puestos y negocia nombres. Y salvo que PSOE, Podemos y los nacionalistas e independentistas de la cámara se pusieran a última hora todos de acuerdo para votar en segunda ronda a Patxi López, que no hay visos de que eso vaya a suceder hoy, la primera victoria del PP en la nueva legislatura está a punto de producirse. ´El último intento de hacer presidente a alguien que no fuera del PP lo protagonizó Podemos. Xavier Domenecq trató de ganarse el apoyo de los independentistas catalanes para tener más votos que Patxi López y pasar él a la segunda vuelta. Pero Esquerra Republicana le dio calabazas porque se ha sentido poco mimada por Podemos. O sea, que no.

Que por qué con unos se reúne y a otros los tuitea. Argumentos políticos de peso. El otro partido independentista, Convergencia Democrática, le da la vuelta a la oferta podémica y propone a los de Iglesias que voten ellos al candidato convergente, Francesc Homs.

Que sí, que sí. Que hagan presidente a Francesc Homs. Justo a tiempo para que comparezca en el Tribunal Supremo en septiembre como presidente del Congreso investigado por desobediencia al Constitucional. Como espectáculo político sería el no va más.

Para mañana a estas horas, salvo grandísima sorpresa, esta casa tendrá nueva presidenta. Pastor. Y el ministerio de Fomento habrá quedado vacante. A la espera de que alguien forme gobierno y elija los relevos.

Mundo convulso. No pasa un día sin que se produzca algún suceso estremecedor en algún país europeo. Anoche le tocó a Alemania. Un tipo armado con un hacha que se pone a atacar a todo el mundo en un tren.