José Ramón de la Morena: "La tendencia en Mestalla ha cambiado, el valencianismo ha recuperado el ánimo"

La quinta jornada se estrenó en Mestalla con goleada de un Valencia que todavía no ha perdido a un Málaga que aún no ha ganado. Seguramente el juego del equipo de Míchel no merece tanto castigo pero cuando la espiral negativa te engulle es difícil salir de ella. Míchel tiene el apoyo de los aficionados, pero dependerá del capricho del jeque, que permitió que le desmantelaran el equipo este verano.

Por contra, Marcelino navega con viento a favor. Incluso el enfadado Zaza marcó 3 goles anoche de los 5 de su equipo. La tendencia en Mestalla ha cambiado, el valencianismo ha recuperado el ánimo y hasta el antes abucheado Parejo se retiró ovacionado del campo. La ilusión ha regresado y el murciélago vuelve a volar alto.

Poco después, en el Camp Nou, el Barca recibió a un incómodo Eibar. Las rotaciones alcanzaron a Luis Suárez pero Messi es inmune. El 10 es la columna que sostiene no solo al equipo sino a toda la institución. Como de costumbre, manejó el partido a su antojo, marcó tres goles y puso al Camp Nou de nuevo a sus pies. Junto a él volvió a aparecer en escena un actor que llegó como secundario pero reclama más protagonismo: Paulinho, el brasileño que vino de China, marcó por segundo partido consecutivo. Denis Suárez siguió sus pasos e hizo lo propio para convertirse en el segundo escudero del rey argentino. Y entretanto, Dembelé, el fichaje más caro de la historia del Barca, en la cama de una clínica de Finlandia.

Y en un rincón de la memoria, continúan cayendo porquerías en el cubo de la basura del fútbol. Todas pertenecen al dosier de Villar y no pasa nada, ni nadie hace nada, porque os recuerdo que Villar no ha dimitido.