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Una App de streaming de vídeo, un páncreas artificial y la vuelta al cultivo tradicional de naranjas

Entre las propuestas de esta semana en la sección de emprendedores de La Brújula destacamos una aplicación para compartir videos en directo, un páncreas artificial y la vuelta a los cultivos tradicionales de naranjas

David Robles

Madrid | 26.05.2015 21:04

Vamos a empezar con una aplicación que viene a revolucionar el mundo del vídeo en directo. Y lo hacemos contando la historia de su protagonista. Ramón Sastro, después de 14 años trabajando en Universal Pictures se ve en la calle por culpa de un ERE. Ramón se dice a si mismo ¿qué puedo hacer?, qué hace falta en el mercado y se le enciende la luz emprendedora.

Así que decide crear una plataforma de vídeo en directo para unir a artistas con sus fans, y así, con la ayuda de 11 colegas más, nace Upclose. Esa era la idea inicial, pero la misma evolución de los seguidores le fue dando otra forma y ahora es una aplicación que permite a cualquier persona emitir vídeos en directo que tus contactos pueden seguir y comentar en tiempo real, algo que el resto de páginas de vídeos o de redes sociales no permitía. La aplicación ya tiene en dos meses, 100.000 clientes únicos, más de 12.000 canales creados, algunos anónimos otros muchos de famosos, Carmen París, El Pescao, Juan Ramón Lucas, o Rodríguez Braun.

Cambiamos completamente de sector, nos metemos en el mundo que mezcla la medicina y la tecnología al servicio de mejorar la calidad de vida de los pacientes…..Hablamos de Medicsen, es una start up que nace hace seis meses, lo forman 2 médicos y 3 ingenieros, todos muy jóvenes 23-24 añitos que deciden innovar en el mundo de la salud y se concentran en los diabéticos creando un páncreas artificial, no invasivo y que permite un uso individualizado a cada paciente Se trata de un dispositivo que suministra insulina a medida que el paciente lo vaya necesitando sin agujas de por medio.

¿Cómo se hace esto? Bueno este dispositivo tiene dos partes una es como un reloj lo que hace es medir una serie de parámetros del paciente, no solo la insulina, también el ritmo cardíaco, hábitos de vida, de comida de ejercicio, toda esa información la va almacenando en lo que se llama la NUBE, ese espacio virtual donde se puede almacenar mucha información, bueno pues todos estos datos van llegando a la nube, allí se recogen, se analizan y a través de un algoritmo que ellos han creado, el deposito aprende en que momento del día y dependiendo de los hábitos del paciente se va a necesitar insulina y manda un mensaje de carga a la otra parte del dispositivo, un parche que la persona lleva en el cuerpo .

Ese reloj pide datos al paciente y el paciente también puede mandarlos y diciendo por ejemplo, ahora voy a comer o ahora voy a hacer deporte, información bidireccional que permite que el dispositivo vaya aprendiendo para decidir qué momento es el mejor para que el parche segregue insulina. Todavía no está disponible este dispositivo, ahora está en fase de ensayos clínicos, tienen que empezar los ensayos con humanos en breve y después llegaran los tramite médico-legales, es decir que mínimo hablamos de 2017.

Y para terminar esta semana volvemos a cambiar de tercio, nos alejamos de las start ups casi futurista como esta última que hemos contado y nos vamos a Valencia a contar la historia de un emprendedor que está revolucionando su pueblo, cultivando y vendiendo naranjas. Antonio Orquin tiene 37 años, agente comercial de banco pero de familias de agricultores. Un día decide hacerse cargo de los campos de naranjas de su familia en Riola, Valencia con un doble objetivo, mejorar las ventas al tiempo que eliminan los abusos de los intermediarios.

La solución fue tan sencilla como meter la venta online de sus cosechas creando Campo Faves al tiempo que se recuperaba el cultivo tradicional de la naranja, el de toda la vida, 100% natural sin conservantes, sin pesticidas Y con un servicio de entrega en menos de 24 horas La cuestión es que les ha ido tan bien en este primer año que están contratando a personas de su pueblo, gente en paro y que lo estaban pasando mal para que trabajen con ellos. Desde agricultores a mujeres que confeccionan mermeladas caseras o las cajas donde se envían las naranjas. La cuestión es que Antonio ha conseguido con esta fórmula de venta y producción bajar el precio de la fruta en un 20-30% y en un añito de vida ojo, han vendido unos 600 kilos semanales de naranjas.