Entrevista a la nueva Defensora del Pueblo

Soledad Becerril: ‘Aunque trabajo en una institución reducida, he empezado a hacer algunos recortes’

La nueva Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, afirma en Herrera en la onda que aunque la institución ya de por si es reducida, ha empezado a hacer algunos recortes.

 

ondacero.es

madrid | 30.07.2012 09:50

Soledad Becerril, nueva Defensora del Pueblo
Soledad Becerril, nueva Defensora del Pueblo | EFE

Soledad Becerril, la nueva defensora del pueblo que juró el cargo el pasado 23 de julio ante el Congreso, ya ha empezado a hacer recortes aunque trabaje en una institución reducida. “He quitado coches de la institución bajando de seis automóviles a 2 y medio, he eliminado el servicio de protocolo, he eliminado convenios y estudios externos par que los hagan técnicos de la casa” comenta Becerril y añade que “se dejarán de cubrir las plazas que queden de tras la jubilación de algunas personas”.

Aunque se vean reducidos algunos departamentos de la institución, el número de reclamaciones y quejas dice Becerril “es altísimo”. “En justicia hay muchas quejas sobretodo en los retrasos y en las esperas  del proceso judicial. Por la situación económica, hay muchas quejas sobre las instituciones bancarias y el fondo y sus ahorros. También hay quejas por los problemas en la vivienda y las ayudas a los jóvenes que se van a suprimir y en la descoordinación en la sanidad”. En este último término, Becerril ha hecho hincapié afirmando que el ciudadano que se traslada a una comunidad autónoma diferente no entiende muchas veces porque  las prestaciones sanitarias son distintas, las vacunas cambian “creando desconcierto”.

Becerril comenta que uno de los temas que le da más importancia es dar atención a las víctimas de violencia de género y de terrorismo. “El Gobierno preparar para el otoño un proyecto de ley sobre las victimas y el defensor está preparando unas cuantas recomendaciones para esta ley. Es importante conocer a las  personas afectadas y que les marca a uno toda la vida. El dolor no es mesurable así que es nuestro deber moral atender a estas personas”.