EN SU DISCURSO SOBRE EL ESTADO DE LA UNIÓN

Trump declara el fin de "era de sometimiento" de EEUU en acuerdos comerciales

El presidente estadounidense, Donald Trump, prometió que se ha acabado la era en la que Estados Unidos quedaba "sometido" económicamente por otros países, y que trabajará para "arreglar malos acuerdos comerciales y negociar otros nuevos". "La era de sometimiento económico (de EEUU) se ha acabado por completo", dijo Trump en su discurso sobre el Estado de la Unión.

ondacero.es

Madrid | 31.01.2018 06:36

Donald Trump en su discurso sobre el Estado de la Unión
Donald Trump en su discurso sobre el Estado de la Unión | Agencia EFE

Fin de "era de sometimiento" de EEUU en acuerdos comerciales

Estados Unidos "ha pasado página después de décadas de injustos acuerdos comerciales que sacrificaban nuestra prosperidad y enviaban fuera nuestras compañías, trabajos y la riqueza de la nación", indicó Trump. "A partir de ahora, esperamos que nuestras relaciones comerciales sean justas y recíprocas. Trabajaremos para arreglar malos acuerdos comerciales y negociar otros nuevos, y los nuevos serán justos", auguró.

El mandatario no mencionó específicamente el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con México y Canadá, que se encuentra en un delicado proceso de renegociación y del que Trump ha prometido retirarse si esas conversaciones trilaterales no surten el efecto que desea.

Su única mención a México llegó cuando Trump repasaba los éxitos económicos de su primer año en el poder: fue entonces cuando recordó que la compañía automovilística "Chrysler está trasladando una gran planta desde México a Michigan".

Tampoco mencionó el acuerdo de Alianza Transpacífica (TPP) que Estados Unidos abandonó, y del que sí habló la semana pasada durante su visita a Davos (Suiza), cuando dijo que Estados Unidos está dispuesto a llegar a arreglos individuales o en grupo con los países miembros de ese pacto comercial.

Aboga por "modernizar y reconstruir" el arsenal nuclear de EEUU

Asimismo, abogó por "modernizar y reconstruir" el arsenal nuclear estadounidense. "Como parte de nuestra Defensa, debemos modernizar y reconstruir nuestro arsenal nuclear, con la esperanza de nunca tenerlo que usar, pero haciéndolo tan fuerte y poderoso que disuada de cualquier acto de agresión", dijo el presidente.

"Quizás -añadió- algún día en el futuro haya un momento mágico en el que los países del mundo se junten para eliminar sus armas nucleares. Desafortunadamente, todavía no hemos llegado ahí". A principios de año, la cadena CNN adelantó que el Pentágono prepara un plan para poner al día el arsenal nuclear estadounidense ante la amenaza de Corea del Norte. El plan implicaría una inversión de un billón de dólares en las próximas tres décadas, según este canal.

Ante el Congreso, Trump también advirtió de que los misiles de Corea del Norte podrían amenazar "muy pronto" el territorio estadounidense, y de que él responderá con una "presión máxima", y no con "complacencia". "Las experiencias pasadas demuestran que la complacencia y las concesiones solo incitan a la agresión y la provocación. No repetiré los errores de los gobiernos anteriores (de EE.UU.) que nos han llevado a esta peligrosa situación", dijo Trump.

Sistema migratorio seguro, moderno y legal

Por otro lado, pidió a demócratas y republicanos que trabajen juntos en el Congreso para aprobar una reforma migratoria y crear un "sistema migratorio seguro, moderno y legal". "Unámonos, dejemos a un lado las políticas, para finalmente conseguir hacer el trabajo", dijo Trump en un llamado a legisladores demócratas y republicanos a trabajar juntos.

Frente a las dos cámaras del Congreso, Trump defendió los "cuatro pilares" de la propuesta migratoria que envió este mes al Congreso y que incluye el acceso a la ciudadanía de 1,8 millones de indocumentados que llegaron a EEUU de niños a cambio de 25.000 millones de dólares para construir el muro con México.

Esa cifra de 1,8 millones de inmigrantes es superior a los 690.000 jóvenes, conocidos como "soñadores", que actualmente pueden trabajar y están protegidos de la deportación por el programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), cuya vigencia expira en marzo por orden de Trump. "Bajo nuestro plan, aquellos que cumplan con unos requisitos de educación y trabajo y muestren un buen carácter moral serán capaces de llegar a ser ciudadanos de Estados Unidos", señaló Trump, quien destacó que la cifra de 1,8 millones es "casi tres veces más" de lo que ofreció con DACA su antecesor, Barack Obama.

En este punto, Trump insistió en la necesidad de levantar un muro con México y pidió al Congreso que permita deportar de forma exprés a todos los inmigrantes que crucen la frontera de manera irregular sin importar su país de origen. Actualmente, solo pueden ser expulsados de manera exprés los inmigrantes de México y Canadá.

Además, Trump pidió al Congreso que acabe con la llamada "lotería de visados para la diversidad", que asigna aleatoriamente hasta 50.000 visados a extranjeros, e instaure un sistema de méritos que sustituya al actual método de reagrupación familiar, conocido por sus detractores como "migración en cadena". "Es hora de comenzar a avanzar hacia un sistema de inmigración basado en el mérito, que admita a personas que estén capacitadas, quieran trabajar, contribuyan a la sociedad y amen y respeten nuestro país", insistió el presidente.

Hasta ahora, la reforma migratoria de Trump ha recibido una respuesta fría entre los demócratas, y no está claro si los legisladores de ambos partidos podrán llegar a un acuerdo antes del 8 de febrero, cuando expira una ley presupuestaria que la oposición demócrata no parece dispuesta a renovar sin una solución para los "soñadores".

Sanciones contra las "dictaduras" de Cuba y Venezuela

Trump, también presumió de haber impuesto "duras sanciones" a las "dictaduras" de Cuba y Venezuela, dentro de la porción dedicada a la política exterior. "Mi Gobierno también ha impuesto duras sanciones a las dictaduras comunistas y socialistas de Cuba y Venezuela", afirmó Trump.

El presidente no hizo menciones a otros países latinoamericanos, y se centró así en los dos grandes antagonistas de su continente, a los que su Gobierno ha impuesto duras medidas en respuesta a lo que considera graves problemas de derechos humanos. Según el Departamento de Estado, Estados Unidos ha aplicado "más de 50 sanciones" económicas desde que Trump llegó al poder hace un año sobre individuos venezolanos y el sistema financiero de Venezuela.

En Cuba, Trump ha entorpecido los viajes de estadounidenses y el comercio con la isla, y tuvo una dura reacción a los supuestos "ataques sónicos" contra diplomáticos estadounidenses en La Habana, al dejar bajo mínimos su embajada en La Habana y expulsar a 17 funcionarios cubanos de EEUU pese a las dudas sobre lo ocurrido.

Rusia y China desafían los valores estadounidenses

En cuanto a Rusia y China, Donald Trump, los calificó de "rivales" y afirmó que "desafían" los valores estadounidenses. "Alrededor del mundo, enfrentamos regímenes arrogantes, grupos terroristas y rivales como China y Rusia que desafían nuestros intereses, nuestra economía y nuestros valores", dijo Trump.

"Al enfrentar estos peligros -añadió-, sabemos que la debilidad es el camino más seguro hacia el conflicto, y el poder inigualable es el medio más seguro de nuestra defensa". Esta fue la única referencia a Rusia de Trump, que no dijo nada del deterioro de las relaciones con Moscú, que pasan por su peor momento desde el fin de la Guerra Fría, a raíz de la supuesta injerencia del Kremlin en las elecciones de 2016 a la Casa Blanca.

El último episodio de esta tensión se dio este lunes, con la publicación de la "lista Putin" por parte del Departamento del Tesoro de EEUU, integrada por 96 oligarcas y 114 altos funcionarios que han ganado poder o riqueza gracias al presidente Vladímir Putin. Trump tampoco mencionó al fiscal especial Robert Mueller ni su investigación sobre esa supuesta injerencia y los presuntos nexos entre la campaña presidencial del magnate y funcionarios del Kremlin.