Envenenado en Londres en 2006

Un juez británico afirma que Putin "probablemente" aprobó el asesinato de Litvinenko

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, "probablemente" aprobó el asesinato del exespía ruso Alexander Litvinenko, envenenado en Londres en 2006, según la investigación pública británica sobre el caso del exagente.

ondacero.es

Madrid | 21.01.2016 12:00

El exespía ruso Alexander Litvinenko
El exespía ruso Alexander Litvinenko | EFE

El juez Robert Owen, a cargo de la indagación sobre el asesinato de Litvinenko, concluyó que posiblemente el presidente ruso firmó la orden de muerte de Litvinenko, envenenado con la sustancia radiactiva polonio 210 en noviembre de 2006.

En su documento, de 300 folios, el magistrado señala que los exagentes rusos Andréi Lugovói y Dmitri Kovtun, con los que Litvinenko se reunió el día que fue envenenado tras tomar una taza de té, probablemente actuaron bajo la dirección de los servicios de inteligencia rusos FSB cuando fue asesinado.

Litvinenko, exagente del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB, sucesor del KGB), falleció el 23 de noviembre de 2006 en un hospital de Londres días después de enfermar por el efecto del polonio 210.

"Teniendo en cuenta todas las pruebas y análisis disponibles, he encontrado que la operación de la FSB para matar a Litvinenko fue probablemente aprobada por el señor (Nikolai) Patrushev (director del FSB) y también por el presidente Putin", señaló el magistrado.

Litvinenko, que pidió asilo político al llegar a Londres en noviembre de 2000, obtuvo la nacionalidad británica y trabajó para los servicios secretos MI6.

El exespía ruso se había reunido con Lugovói y Kovtun en el hotel Milennium, en el barrio londinense de Mayfair, el día que tomó la fatídica taza de té.

Owen interrogó a testigos y escuchó los alegatos de las partes, entre ellos a la familia de Litvinenko, entre el 27 de enero y el 31 de junio de 2015.

Según los términos de la investigación dictados por el Gobierno, Owen no puede formular acusaciones civiles ni criminales, sino que debe limitarse a explicar las circunstancias de la muerte y la presunta responsabilidad sobre la misma.

La ministra británica de Interior, Theresa May, tiene previsto hacer hoy una declaración sobre el caso en la Cámara de los Comunes.