Crisis interna del PSOE

Susana Díaz: "En el PSOE ni hay bandos ni hay una banda, es un gran partido"

La presidenta andaluza, Susana Díaz, ha afirmado que en el PSOE "no hay bandos, ni es una banda, es un gran partido" y que "para mi no hay socialistas de izquierdas, ni de derechas". Asimismo, ha dicho que "ser socialista es incompatible con ser de derechas" y que le ha dolido las calificaciones de "subalternos del PP" a los miembros que presentaron el miércoles su dimisión de la Ejecutiva socialista.

ondacero.es

Madrid | 29.09.2016 19:07

Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía
Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía | EFE

La secretaria general del PSOE andaluz y presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha asegurado hoy que esta federación pondrá de su parte para ayudar a "coser, a unir, a restablecer la fraternidad" por "muy complicado" que sea este momento. Díaz, largamente ovacionada al inicio de su intervención en el Comité Director del PSOE-A, ha querido "mandar un mensaje de tranquilidad" al asegurar que los socialistas andaluces "van a estar a la altura", aunque no ha ahorrado críticas.

La reunión ha estado rodeada de una gran expectación y, durante la espera -ha comenzado con media hora de retraso porque previamente se reunió la ejecutiva-, se escuchaban todo tipo de comentarios: "Vamos a un callejón sin salida" o "No veo otra salida que acudir a la vía judicial", han sido algunas de las reflexiones.

Tras advertir de que los militantes no "perdonarán" que se hayan puesto "los intereses personales por encima de los del partido", Díaz ha lamentado que haya quienes "se han cegado con los fogonazos de los partidos nuevos y han perdido la perspectiva"."Cada vez que íbamos a las urnas hemos sacado peor resultado que el anterior", ha espetado Díaz, que ha reclamado un debate "en profundidad" y no "a prisa y corriendo" porque "ahora toca España y luego el PSOE", como se dijo en abril, ha recordado.

Así, ha recalcado que primero hay que resolver la gobernabilidad y los problemas de los ciudadanos y luego, la situación del PSOE: "Ahora toca este país, España, y luego el PSOE". En esa línea, ha señalado que el PSOE necesita un debate "en profundidad" y no "deprisa y corriendo" porque alguien esté pensando en sus "intereses personales" en lugar de en el país o el partido.

Ha dicho que le "duelen" los reproches de la Ejecutiva de Pedro Sánchez a los críticos del PSOE y ha negado que existan "bandos" en su partido. "En el PSOE no hay bandos, ni el PSOE es una banda, es un gran partido, en el que, estoy convencida, de que todos los socialistas sabemos para qué estamos aquí y qué queremos defender. No hay socialistas de izquierda ni de derechas", ha proclamado.

Díaz ha reconocido que el PSOE vive un momento "crítico" tras dos años en los que ha "ido empeorando" y "de derrota en derrota" y ha recalcado la necesidad de "enderezar el rumbo a un partido que no merece estar en estas condiciones". En su opinión, ha habido "exceso de temeridad" y el PSOE vive un momento "crítico", aunque ha señalado que un partido centenario como el suyo ha vivido momentos "traumáticos" a lo largo de su historia.

El diputado socialista Antonio Pradas, que ha sido elegido presidente de la Mesa del Comité Director por aclamación, ha asegurado en su intervención que "no hay partido más crítico que el PSOE" ni con más normas internas y ha advertido de que hay que "protegerlo" frente a quienes quieren "romper" esas normas.

Ha explicado que su decisión de dimitir como vocal de la Ejecutiva del PSOE ha sido "muy meditada" y, tras agradecer al PSOE andaluz el apoyo recibido, ha manifestado que con la renuncia de 17 miembros de la Ejecutiva pretendían forzar la renuncia de Pedro Sánchez a la secretaría general del partido.

Tras los discursos han pedido la palabra quince miembros del Comité Director, entre ellos los secretarios provinciales del PSOE andaluz.

Aunque a su llegada la mayoría de los asistentes sonreían e incluso bromeaban, a medida que ha ido transcurriendo la tarde las caras se iban tornando más serias y ha habido momentos de silencio sepulcral mientras se escuchaban los discursos.