Sáenz de Santamaría: "Tiene que ser una gozada gobernar con dinero"

La vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha acudido a El Hormiguero y se ha sentado con Pablo Motos frente a frente, para abordar toda la actualidad política española e internacional. Con la templanza que caracteriza a "la persona más poderosa que ha visitado el plató", -como ha reconocido Pablo Motos-, Sáenz de Santamaría ha contestado al célebre plasma que presentó el Partido Popular en una rueda de prensa, ha dado su opinión al problema enquistado de Cataluña y ha presentado su rechazo frontal a las actitudes delictivas de algunos políticos corruptos.

"El presidente del Gobierno consideró que tenía que dar explicaciones y las dio", introduce Soraya Sáenz de Santamaría preguntada por el momento del plasma, "algunas veces no piensas que las cosas pueden ser interpretadas, y te equivocas", reconoció. Sobre la facilidad o el alcance con el que se puede llegar a Mariano Rajoy, la vicepresidenta reitera firmemente: "¡sí, sí, sí!". "Si hubiéramos pedido el rescate ahora no estaríamos como estamos", asegura sobre la posible pasividad del presidente a la hora de tomar ciertas decisiones. "El año 2012 fue tremendo", entona Sáenz de Santamaría con su gesto más serio, "era como vivir todo el día al borde del precipicio y el presidente lo arregló".

Sobre las elecciones, la vicepresidenta ha dicho que no confía en las encuestas, "yo creo que el panorama está más volátil que nunca, muy cambiante. Analizas las encuestas pero hay cosas que no se pueden valorar, tampoco los partidos nuevos porque no tienen antecedentes, hay que ser prudentes". "La gente ha vuelto a confiar en España, ha vuelto la inversión", constata Sáenz de Santamaría, "hay mucha tarea".

"El problema es que es muy difícil contentar a quien solo tiene un objetivo. Estos años hemos trabajado mucho en Cataluña, no se podían pagar los medicamentos cuando nosotros llegamos al Gobierno. Una cosa es trabajar para los catalanes y otra cosa es trabajar para los independentistas. En una situación crítica, cuando todas las energías tenían que estar puestas en sacar a España de la crisis y crear empleo, yo no les he visto esta responsabilidad por ninguna parte", concluye sobre el proceso soberanista en Cataluña.

Sobre los objetivos y la realidad presupuestaria del país, "tenemos que bajar los empleos. O al menos hacerlos mucho más fáciles para crear empleo. Tenemos que cambiar la financiación autonómica porque es la financiación del estado de bienestar, es la salud, es la educación, ¿sabes lo que tiene que ser una gozada? gobernar con dinero. A nosotros no nos ha tocado".