Eva Llamazares
Madrid | 12.03.2018 12:57
Jordi Sánchez pide a la Sala del Tribunal Supremo que corrija con celeridad al juez Llarena y le permita salir de la cárcel para ser investido president. Afirma que el magistrado se basa en puras intuiciones personales para hablar de riesgo de que vuelva a repetirse la sedición o la rebelión.
La defensa de Jordi Sánchez entiende que el juez sólo podía referirse a una reiteración delictiva durante su traslado en furgón porque una vez dentro del Parlament, al candidato le ampara la inviolabilidad reconocida constitucional y estatutariamente. Por tanto, el juez habla de delitos "imposibles".
Sánchez argumenta también que su condición de preso preventivo no le impediría el ejercicio del cargo porque prácticamente todas las funciones del presidente de la Generalitat son delegables.