La Asociación de Síndrome de Down de Córdoba hace un calendario para romper muros

La agencia de Modelos Vessel, de la que parte la idea, el estudio de fotografía The Remember Box, y la Asociación de Síndrome de Down de Córdoba, son las tres entidades detrás de este anuario, que recrea con todo lujo de detalles y de manera muy divertida, todo lo que estos jóvenes pueden hacer en pos de su autonomía personal, una meta, a la que aspiran desde la inserción laboral.

Al menos así lo cree el presidente de Down Córdoba, Luis Javier Guada, que ha explicado a Efe que la principal meta que persigue esta entidad es la de la autonomía y la independencia, un objetivo que, hoy en día, va íntimamente ligado al mundo laboral.

Así, en las páginas de este anuario se podrá ver a una treintena de jóvenes aquejados de síndrome de Down, y con edades que van desde los 2 a los 34 años, desempeñar labores cotidianas, y empleos como el de policía, bombero o médico. Todo ello tras unas sesiones en las que ya han demostrado que, de entrada, pueden ser modelos.

"Al final, la persona que quiera ser independiente tiene que tener un puesto de trabajo y ser productiva", reflexiona Guada, que explica que la idea del calendario se la propuso la Agencia Vessel, y fue inmediatamente asumida por su asociación.

Los modelos no sólo se han divertido posando, sino que por el camino han ido aprendiendo cosas de los empleos que han representado y están deseando que se edite el calendario, de cuya publicación se va a encargar la Diputación de Córdoba, y cuyos beneficios se destinarán íntegramente a la Asociación de Síndrome de Down.

Entre los improvisados modelos había uno que ya tenía bastante experiencia: Raúl Rodríguez que se hizo famoso hace algún tiempo tras protagonizar una campaña de la marca de moda Silbón, y que es todo un ejemplo de lo que persigue Down Córdoba.

Rodríguez ha sacado la ESO, ha estado en un taller de coches, ha sido conserje muchos años en esta asociación y ha trabajado durante tres años en Carrefour.

Con su ejemplo en mente, Claudia López, de la agencia Vessel, recuerda que se inspiraron en un editorial de Vogue, en la que las modelos se convertían en "barbies" dentro de "una caja de muñecas a tamaño real y haciendo un guiño a su inserción laboral y social".

De este modo, han aplicado esa idea a los niños y jóvenes con síndrome de Down con el objetivo de "demostrar que pueden desempeñar cualquier tarea de manera normal", explica López, mientras, a su lado, un puñado de modelos aparecen vestidos como jardineros para representar el "florido" mayo cordobés.

También por el estudio está una de las madres de estos niños, que se muestra encantada con la idea y explica que es necesario visibilizar la idea de que estos jóvenes están preparados para insertarse en el mundo laboral.

"Ése es el camino, trabajar con nuestros usuarios hacia esa autonomía, apoyándonos en las familias, que son los responsables directos del empujón", apostilla el presidente de la Asociación de Síndrome de Down de Córdoba, que destaca que cada nueva generación de jóvenes que surge aquejada de esta alteración congénita "supera a la anterior en capacidad y valores".

El calendario benéfico y solidario se podrá adquirir en la Asociación de Síndrome de Down de Córdoba, contactando por teléfono, y se podrá enviar a cualquier punto de España o del mundo.