'La ciudad de la lluvia' | Editorial Destino

Alfonso del Río: "La novela huye intencionadamente de cuestiones políticas porque pretendo divertir y entretener"

El abogado bilbaíno ha compaginado su trabajo en un bufete internacional y como padre con la elaboración de este trhiller, en el que con intriga y suspense homenajea el Bilbao de los años 80, sumido en las inundaciones y la reconversión industrial.

Beatriz Ramos | @Ramos_Puente

Madrid | 14.03.2018 14:03

Alfonso del Río se estrena en el mundo de la literatura de masas con una novela, editada por Destino, basada en las pesquisas de un joven jugador del Athletic de Bilbao y la hija de un gran empresario, a los que se une un abogado de éxito, para averiguar las causas de la muerte el mismo día de su abuelo y padre, implicados en una trama de espionaje con la Alemania nazi de los años 40.

A lo largo de la obra, el autor recupera grandes hitos ocurridos en la capital vizcaína durante dicha década y que marcaron el devenir de la ciudad como fueron las inundaciones que arrasaron el Casco Viejo en 1983, el paseo triunfal del Athletic en la gabarra tras ganar la Liga de ese mismo año y el proceso de fusión de los dos grandes bancos de la capital, el Bilbao y el Vizcaya.

En la presentación de 'La ciudad de la lluvia' a los medios, Del Río, que en la época de los hechos que narra tenía tres años, ha reconocido que desde pequeño tuvo inquietudes artísticas.

"Lo que tenía claro -ha explicado sobre su incursión en el mundo de la novela-, es que quería hacer una novela de 'giros' argumentales, antes incluso de que supiese si mi obra se iba a publicar y sin tener claro qué público la iba a poder leer", ha afirmado.

Sobre la parte que se sitúa en el Berlín de 1941, Del Río asegura que es porque le atrae mucho todo lo relativo a la II Guerra Mundial”, aunque no ha querido hacer una novela más de nazis.

Tampoco ha querido adentrarse en los conocidos como "años de plomo de ETA en Euskadi", pese a que la obra sucede en ese tiempo, porque su objetivo es divertir y entretener, por lo que la lacra del terrorismo aparece de forma muy escasa.

La presencia en el relato de otro icono de Bilbao como es el Athletic y la gabarra con la que celebró sus grandes títulos Liga en 1983 y Liga y Copa del Rey en 1984, no se debe a un capricho de aficionado rojiblanco sino "al carácter de institución arraigada en la sociedad bilbaína que tiene el equipo".