"Mount Olympus", el espectáculo de Jan Fabre

La bacanal de Fabre termina a ritmo de "twerking" ante un público eufórico

A ritmo de "twerking" se ha despedido el elenco de "Mount Olympus", el espectáculo de Jan Fabre que, después de 24 horas, ha llegado a su fin en los Teatros del Canal ante un público completamente eufórico que no mostraba signos de

agotamiento. Así ha aplaudido hasta la saciedad una propuesta "abrumadora" que, dicen, va "más allá de la catarsis".

ondacero.es

Madrid | 13.01.2018 20:58

Un momento del pase gráfico de 'Mount Olympus', del director y coreógrafo belga Jan Fabre
Un momento del pase gráfico de 'Mount Olympus', del director y coreógrafo belga Jan Fabre | EFE

Desde las 19:00 horas de ayer, la compañía dirigida por Jan Fabre llevaba "celebrando" una "bacanal" de 24 horas que ha revisado 33 tragedias griegas para mostrar el lado más oscuro, provocador y sexual del género.

"Es la mejor experiencia teatral de mi vida, una brutalidad", ha señalado Camilo Bastos, uno de los muchos espectadores que no han parado de saltar y gritar durante la escena final de la función, en la que todo el elenco -cubierto de polvos de colores- ha bailado "twerking" mientras que el dios Dioniso lanzaba mensajes hedonistas.

Entre todos los que han presenciado ese final apoteósico de "Mount Olympus. To Glorify the Cult of Tragedy" se encontraba el cineasta Pedro Almodóvar, que ha comentado al salir de la sala que estaba "abrumado".

"Es impresionante, no hay palabras. Es una visión del teatro que está por encima de todo", ha añadido sobre una obra que también para el director y dramaturgo Israel Elejalde es de una "belleza sublime" y que va "más allá de la catarsis" por el propio agotamiento físico y un "viaje lejano" al que conduce la propuesta escénica.

Con él coincide David Navarro, un espectador que, asegura, no ha dormido "casi nada" desde que se inició la representación: "Estoy en shock porque es muy intensa y onírica. Durante la madrugada hay momentos en los que por el cansancio mezclas realidad y ficción pero ahora al final estoy como si hubiera dormido".

Esto se debe, en parte, a un contraste muy significativo entre los capítulos representados durante las primeras horas de la tarde y ese cierre tan orgiástico y multicolor en el que cuatro actrices desnudas han "puesto varios huevos" simulando ser gallinas.

Con 15 minutos de retraso llegaba la "traca final" con un lema que bien vale para definir el mensaje central de todo el espectáculo: "Disfruta de tu propia tragedia"