Vetaron la entrada a una fiesta a cuatro jóvenes, la noche de su graduación, por ser marroquíes.

"Nosotros tenemos valores y educación y solo queremos que se sepa lo que todavía sucede en España y que causa vergüenza ajena"

La discoteca Trips de La Manga, localizada en la costa murciana, vetó la entrada a cuatro jóvenes la noche de su graduación por ser marroquíes. Eso denuncian los afectados que han cursado estudios en el IES Pueblo de la Villa de Fuente Álamo en cuyos alrededores compraron la entrada para la fiesta. Aunque acudieron al cuartel de la Guardia Civil de Cartagena a interponer una denuncia, no les dejaron. Les dijeron los agentes que no podían hacer nada con el derecho de admisión. Los cuatro estudiantes se sorprendieron porque mientras todos sus compañeros españoles entraban, ellos eran los únicos que no podían hacerlo. El portero se justificó en el "derecho de admisión" pidiéndole a los cuatro alumnos marroquíes que no cuestionaran su trabajo. En Onda Cero hemos hablado con uno de esos jóvenes que como sus compañeros, lleva 18 años viviendo en España y asegura que se sintieron humillados, rechazados y diferentes “ porque en ningún momento hablamos mal al portero, no hubo altercados de ningún tipo. Sentimos una gran impotencia, una especie de bola en la garganta porque era la primera vez que nos sucedía algo así y más en un día tan especial”. Uno de sus profesores y testigo de lo sucedido porque esa noche acudió a la fiesta para despedirse de sus alumnos, ha declarado en Onda Cero que no tiene ninguna duda de que se trata de un caso claro de racismo porque los jóvenes, todos buenos estudiantes, iban vestidos de traje y corbata porque acababan de graduarse y en ningún momento faltaron al respeto al portero. El profesor también niega que quemaran un contenedor como represalia como asegura el dueño de la discoteca Trips. Durante el acto de graduación en el instituto, los jóvenes estudiantes escucharon discursos de sus profesores y tutores que les animaban a librar sus propias batallas en la vida ahora que terminaban el instituto y eran mayores de edad. Lo que no sabían es que la primera batalla estaba tan cerca.

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