OPINIÓN | El maestro infiltrado

Ciencia en el Parlamento: ¿Y en Valencia pa’cuándo?

¿Qué es el Cienciamento? José Francisco Michelli y Santiago Soriano nos lo explican y acercan sus objetivos en este artículo

ondacero.es

Elche | 10.07.2018 15:54

Científicos españoles que se forman como asesores parlamentarios
Científicos españoles que se forman como asesores parlamentarios | FECYT

La primera semana de julio ha estado llena de algo más que sol, playa y escuelas de verano para el ámbito educativo español. Madrid, Barcelona y Zaragoza han acogido tres eventos para reflexionar sobre las políticas educativas que tenemos y las que merecemos. En Madrid se han realizado las primeras jornadas de preparación de Cienciamento, Ciencia en el Parlamento, una iniciativa que persigue introducir la ciencia y la evidencia científica en las decisiones políticas.

Datos. Cienciamento cuenta con el apoyo del Congreso de los Diputados, de todos los partidos políticos presentes en los grupos parlamentarios, de más de 150 instituciones y de la comunidad científica. Han sido elegidos 25 científicos que se convertirán en asesores parlamentarios en torno a cuatro grandes ejes, que incluyen a la educación basada en evidencias entre los doce temas que serán abordados en las jornadas que se realizarán en noviembre.

Y es que la idea es iniciar un camino ya emprendido por naciones como el Reino Unido, que cuenta con un modelo de asesoramiento científico consolidado que ofrece a los políticos evidencias en temas de gestión pública, incluida la educación. De ello ha hablado en Barcelona el estadounidense Robert Slavin, director del Centro para la Investigación y la Reforma de la Educación Pública de la Universidad John Hopkins, en un evento organizado por Educaixa.

Slavin ha explicado que la Fundación para la Dotación Educativa del Reino Unido ofrece mayor financiación a aquellos centros educativos “que se comprometen a elegir programas cuya eficacia está comprobada”. Y ha añadido que todas las opiniones son válidas, “pero entonces tienen que ser sometidas a prueba y evaluadas”, para romper con el encanto por la moda y la fascinación que ha acompañado a la educación durante tanto tiempo.

En Estados Unidos también se ha iniciado un cambio. En diciembre de 2015 se aprobó la nueva ley educativa denominada Every Student Succeds Act, Cada Estudiante Triunfa, que, entre otras propuestas destacables, otorga menor o mayor financiación a los centros educativos con bajos resultados académicos, de acuerdo a si presentan proyectos de transformación educativa según niveles de evidencia. A mayor nivel de evidencia, mayor financiación.

Lydia Harris, directora de Ciencias Físicas de la Oficina Parlamentaria del Reino Unido
Lydia Harris, directora de Ciencias Físicas de la Oficina Parlamentaria del Reino Unido | FECYT

Slavin ha aclarado que es la primera vez que “las políticas gubernamentales en educación” están conectadas con las investigaciones que ofrecen los mejores resultados. El hecho de que la más reciente ley educativa estadounidense fuera acordada tanto por demócratas como por republicanos responde a una lógica, según Slavin: “¿para qué destinar fondos públicos a programas que no se sabe si funcionan o no?”. La idea de basar la educación en evidencias “ha sido apoyada por todos porque se entiende que el dinero público se utiliza de manera sabia”.

El tercer evento de este mes de julio ha convocado a miles de docentes de toda España en Zaragoza y tuvo un apartado dedicado a las Políticas Educativas Basadas en Evidencias. A orillas del Ebro se ha realizado el VII Congreso Internacional Multidisciplinar de Investigación Educativa, un espacio cada vez más necesario para sensibilizar al profesorado y dotarle de herramientas para que pueda tomar decisiones acertadas sobre qué programas y proyectos implementar en los centros educativos. Informarse, formarse, elegir.

Pasemos a otro tema que viene a ser el mismo. El pasado mes de mayo, la Conselleria de Educación convocó a los centros para que presentaran sus Proyectos de Innovación Educativa, una manera de financiar programas de mejora o transformación. El punto 10 hacía referencia a cómo serían valoradas las propuestas, pero en ningún caso hace mención a proyectos basados en evidencias, lo que deja en manos de la iniciativa del profesorado el que puedan ser proyectos avalados por la Comunidad Científica o una opinión bienintencionada y se le da el mismo peso y valor a unos y otros.

Lo mismo pasa si miramos la oferta de formación del profesorado. Existen Centros de Formación (Cefire), que cuentan con asesores preocupados por promover la educación basada en evidencias, que están sensibilizados con el tema y ofertan cursos sobre investigaciones cuya eficacia está comprobada. No se trata de eliminar las formaciones no vinculadas a evidencias, pero sí podrían clasificarlas por niveles para que los docentes sepan qué garantías de éxito en su práctica educativa les ofrece el apuntarse a uno u otro curso.

La formación del profesorado basada en evidencias es clave
La formación del profesorado basada en evidencias es clave | José Michelli

Busquemos un documento publicado en fecha reciente: 'El protocolo de actuación para la acogida del alumnado recién llegado'. Contiene información relevante para el profesorado y una serie de anexos que les permiten ampliar información. Uno de los aspectos más difíciles de manejar para el profesorado es cómo actuar, más allá de los trámites estrictamente burocráticos.

Existe evidencia sobre el tema que puede guiar a los equipos docentes para tomar las mejores decisiones tanto en la organización del centro como en las prácticas de aula, pero el protocolo no cuenta con una anexo que las incluya.

Último punto. Es muy amplio el ejercicio de competencias sobre el ámbito educativo a nivel autonómico y el próximo año tendremos elecciones. Si los partidos políticos con representación en Les Corts Valencianes alcanzan un acuerdo para tomar decisiones basadas en evidencias en educación, darían un paso enorme tanto para garantizar el buen uso del dinero público, como para ofrecer la mejor educación al alumnado, sobre todo a la población más vulnerable. La tasa de fracaso escolar de la Comunitat Valenciana sigue rondando el 20%.