JORNADA 1| LEVANTE 1 - 2 CELTA

El Celta vence a domicilio con superioridad numérica

El Celta ganó en su debut liguero ante el Levante, que jugó desde el minuto 5 con un hombre menos por la expulsión de Simao, y en el que el equipo visitante dominó en la primera parte, vio cómo el rival le plantaba cara en la segunda y se resolvió cuando al conjunto local apenas le quedaba gasolina.

ondacero.es

Madrid | 24.08.2015 01:12

Iago Aspas celebra su gol con el Celta
Iago Aspas celebra su gol con el Celta | Agencia EFE

Buena parte de la historia del encuentro se escribió a partir de la expulsión, que dio alas a un equipo técnico como el Celta, pero ante el que el Levante no bajó los brazos, ya que nunca llegó a estar fuera del partido gracias al tremendo esfuerzo físico que hicieron sus jugadores.

La expulsión de Simao por roja directa al dar un pisotón sin balón a Iago Aspas sí que obligó al Levante a cambiar su planteamiento de 5-3-2, aunque a pesar de quedarse sin el último defensa no hizo ningún cambio.

Su técnico, Lucas Alcaraz, decidió que el equipo jugara con una línea de cuatro, pero no modificó ni el centro del campo, ni la delantera.

Tras esa acción, el Celta empezó a moverse cerca de la meta de Rubén, con largas posesiones de balón, pero con poca profundidad y sin crear peligro ante la meta rival.

Por su parte, el Levante hizo lo mejor que se puede hacer en estas circunstancias, ya que se mantuvo replegado, ordenado y con las líneas muy juntas para que el equipo gallego no encontrara espacios.

Sus llegadas a la meta del Celta eran escasas y carentes de peligro, pero en una de ellas, en un córner, un cabezazo de Deyverson llegó al fondo de la portería del conjunto visitante (m.32), pero el árbitro anuló el gol por falta, lo que provocó muchas protestas del equipo local.

Fue la único oportunidad durante el primer periodo del equipo de Lucas Alcaraz, que se mostró sólido en defensa hasta el minuto 41, cuando una buena penetración de Jonnhy por la izquierda fue enviada a gol por Orellana.

El Celta había marcado en una de las pocas ocasiones que tuvo y el Levante no pudo llegar al descanso con el empate inicial que, por su intensidad y concentración, quizá había merecido.

La ventaja del Celta en el marcador propició una segunda parte distinta, con el equipo visitante sin la urgencias de buscar el gol frente a un Levante que no podía ser tan cauto como en el primer periodo, pero que era consciente de que un segundo tanto lo sacaba del partido.

Una falta directa magistralmente lanzada por Verza puso el empate en el marcador en la segunda ocasión clara de gol para el equipo valenciano de todo el encuentro.

El partido estaba más igualado que en primer tiempo porque tras el gol, el Levante dio un paso adelante en confianza y juego, mientras la calidad del Celta no ofrecía el mismo rendimiento que en el primer periodo.

Ghilas y Deyverson, los dos atacantes del equipo local, tuvieron mucho más protagonismo en este segundo tiempo, en el que fueron capaces de crear problemas a la defensa del conjunto gallego, que no estaba cómodo sobre el terreno de juego.

Todo dependía del acierto del Levante en una contra o de un destello de calidad del Celta y fue el conjunto visitante, cuando menos consistencia mostraba, el que hizo el gol al rematar Aspas y balón de Orellana por la derecha.

A cinco minutos del final, se lesionó en el hombro el portero del Celta, Rubén Blanco, que fue sustituido por Néstor, poco después el conjunto visitante estrelló un balón el poste por medio de Aspas y en la última jugada hasta Rubén subió a rematar en un equipo que supo mantenerse vivo hasta el final.